ZAPALA (AZ).-El fiscal de Cámara de esta ciudad, Héctor Trova, solicitó ayer una pena de once años de prisión para Inocencio Curruhuinca por el crimen de Sergio Trevisán ocurrido el 4 de junio del año pasado en San Martín de los Andes.

Trova consideró probado que "Cachencho" Curruhuinca ultimó a puñaladas a Trevisán después de una ingesta de alcohol que no le impedía comprender sus actos.

El abogado querellante en representación de la familia Trevisán, Matías Pintos, pidió veinte años mientras que el defensor Miguel Manso solicitó cinco años reconociendo la autoría del hecho pero argumentando que se trató de un homicidio culposo.

El fallo del tribunal, integrado por los jueces Víctor Hugo Martínez, Oscar Rodeiro y Oscar Domínguez, se conocerá el viernes de la semana próxima.

La última ronda de testimonios aportó poco y nada en la audiencia final del proceso contra Curruhuinca.

Roberto Lucero aseguró haber visto al acusado y su víctima salir juntos del bar "El Yugo" pero no observó discusiones ni una actitud amenazante de parte de Curruhuinca.

Miguelina Baez, una mujer de 66 años que se desempeña como moza en el bar, dijo que esa noche el imputado bebió "tres o cuatro vasos de vino con naranja y dos (vasos de) Gancias".

"En un momento me pidió una cerveza pero se la resbaló la botella, cayó al piso y se rompió" sostuvo ante los camaristas.

Mario Alberto Curruhuinca, un empleado municipal que no tiene parentesco con el acusado, agregó que "por comentarios se decía que había una lista de gente marcada por Curruhuinca y entre ellos estaba Trevisán".

Hasta aquí los informes periciales derrumbaron la coartada defensiva del implicado ya que en la causa consta que si bien había estado consumiendo alcohol, la acumulación en sangre no era tan significativa como para que no comprendiera sus actos.

El médico Carlini Carranza afirmó de manera contundente que "no existió supresión de la conciencia".

"Cachencho" Curruhuinca había declarado ante la Cámara que solo recuerda haber ingresado a beber al bar después de compartir un asado con sus compañeros de trabajo de una obra.

Aseguró no tener memoria del ataque contra Trevisán y confirmó que recién recuperó la noción de tiempo y espacio cuando estaba en la comisaría.