No tenía margen de error. Roca necesitaba ganar para mantener intacta la ilusión de permanecer en la Liga B, y así lo hizo. La victoria ante San Martín de Junín, por 85-77, le dio oxígeno para encarar las tres fechas claves que restan.
Fue un pleito que tuvo muchos condimentos, peleado hasta el final. Roca comenzó mejor por el buen manejo de Badañoto y una sólida defensa. El primer cuarto terminó arriba por siete, y estuvo bien. En en segundo la visita largó un poco mejor, y mucho tuvo que ver en que Spada decidió cambiar todos los nombres en un abrir y cerrar de ojos. Pero el buen trabajo de Ansaloni y Goenaga mantuvieron la diferencia.
Luego del descanso largo, el 'Depo' apareció un poco impreciso, y para colmo Badañoto se fue por cinco faltas.
A eso había que sumarle que Adriano Dibiaggio afinó la puntería, por lo que quedó un final abierto.
Pero en el último cuarto, y luego de algunos titubeos, el local logró mantenerse arriba y cerrar con solvencia un partido que estuvo complicado en algunos momentos. Así, la alegría fue toda de una 'Naranja' que se aferra con uñas y dientes al sueño de la permanencia.