NEUQUEN (AN).- Autodefinido como artista social, el chaqueño Milo Lockett inauguró una exposición en la sala Imago, en el cuarto piso del edificio de OSDE en esta capital. Un día antes de inaugurar el viernes pasado, Lockett hizo una "pintura en vivo".

Nacido en Resistencia hace 39 años, descendiente de inmigrantes irlandeses que corrieron fortuna diversa desde su partida de la tierra natal, Lockett subrayó la intencionalidad social de su arte que se materializa en los proyectos que ejecuta en escuelas y centros comunitarios de varias ciudades y pueblos de Chaco y Formosa.

De formación autodidacta en talleres de artistas de su provincia, Lockett trabaja habitualmente con materiales de gran difusión: pinturas industriales -látex, esmaltes sintéticos en lata y aerosol; acrílicos; barnices y lacas- sobre cartulinas para envases o papel Kraft de gran gramaje. También trabaja con objetos -en madera: muebles- y murales.

En una entrevista realizada en el MNBA-Neuquén, Lockett se definió como "pintor", con una firme inquietud por trabajar afuera de la ciudad, en la periferia, donde existe otra mirada sobre la realidad".

Sus obras se expusieron en enero pasado en el Centro Recoleta, de Buenos Aires, como culminación de una carrera que ya lo llevó a galerías de Suiza, Alemania y Estados Unidos. Pinturas suyas integran colecciones particulares en Italia, Francia, Suecia, Canadá y Estados Unidos.

Arte y solidaridad

Lockett, junto con sus colegas Dante Arias y Mauricio Ferrer Toñanes, divide su tiempo entre la creación artística y las actividades solidarias con las comunidades wichi y pilagá en Chaco y Formosa.

Además, participa del Proyecto Red Latinoamericana de Artistas que trabajan con aborígenes.El año pasado estuvo en la "Cow parade" en Puerto Madero, con la instalación "Subí que te llevo", y realizó, en el Centro Cultural Borges, una intervención en ascensores denominada "para subir y bajar".

Es un hábito donar parte de su obra para que se subasten a beneficio de organizaciones de bien público. En el caso local, los be

neficiarios fueron el Club de Leones y el Hogar de María, de Cipolletti. Fue becario en reiteradas ocasiones por Trama, Antorchas y Proyecto ARPA-CFI.

Luego de participar en la muestra ArteBA, en 2005, donde fue uno de los artistas de mayor venta, fue seleccionado por la galería Teresa Anchorena, donde expuso junto con Juan Andrés Videla y Manuel Alvarez.

Según Osvaldo Gómez, el crítico que escribió el texto del catálogo para la exposición que permanecerá en el edificio de OSDE en Almirante Brown y Elordi hasta el 13 de abril, Lockett logra hacer desaparecer su yo para que "el cuadro comience a ser".

La operación "no es fácil", a juicio de Gómez, pero "sólo con arte se puede realizar. Y es justamente esto lo que con muchísima frecuencia provoca (o se provoca en) el artista Milo Lockett".

Simultáneamente, valora la "condición provinciana que lo sostuvo lejos de círculos legitimadores el tiempo suficiente para que pudiera descubrirse a sí mismo y hallar la autenticidad, tal vez deseada y no conscientemente buscada".

Lockett se mantiene en la periferia, "en el polo opuesto" de la corriente vigente "y actúa en contrapeso al movimiento conceptual", concluye Gómez.

Por eso, sus cuadros carecen de título, y su técnica "se basa en la utilización del papel y la pintura al látex, al punto de que su parquedad en el decir y su simplicidad en el hacer, en vista de los resultados que obtiene, desconcierta y maravilla al espectador sensible". Su aporte a la percepción colectiva, entonces, se hace "con las armas genuinas del pintor: ojos intuitivos, manos diestras, materiales dóciles".

En julio próximo expondrá en Nueva York -en el consulado argentino- y en las Galerías Lawrence, de Los Angeles.