SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En un operativo realizado de madrugada a partir de una denuncia anónima, inspectores del Servicio Forestal Andino detectaron la tala clandestina de nueve cipreses verdes en un predio sin alambrar que pertenece al Ejército, en cercanías del arroyo Casa de Piedra.

Pasada la medianoche del lunes el personal de control recibió el llamado de un vecino que escuchó las motosierras y llegó al lugar instantes después de producidos los volteos, pero no pudieron identificar a los autores que escaparon a través del monte.

Los árboles elegidos por los furtivos se encontraban a unos 50 metros del camino que desvía en Puerto Moreno con destino a Colonia Suiza.

La madera quedó tendida en el suelo y fue recuperada por el Servicio Forestal. Según los inspectores, en el mercado negro podría ser vendida a unos 2.000 pesos. Eran nueve rollizos de unos 30 a 40 centímetros de diámetro y 10 a 12 metros de longitud.

El delegado local del SFA, Germán Fritz, explicó que la madera así obtenida ingresa "al mercado clandestino de carpinterías y aserraderos", donde es reconvertida en aberturas y otros artículos, que son comercializados a un valor "diez veces superior".

El auge que tuvo la construcción en los últimos años aumentó la demanda de madera y en consecuencia la presión sobre los bosques nativos, en especial en la ladera Sur del cerro Otto, en la zona de villa Los Coihues y en el camino a Colonia Suiza, donde ocurrió el procedimiento del martes.

El SFA tuvo durante años muy pocos recursos pero últimamente logró incorporar dos nuevos inspectores y un vehículo cedido por el SPLIF al que colocaron un equipo de GNC, lo cual les permite responder con celeridad ante cualquier denuncia.

El control no sólo se concentra sobre la tala furtiva sino también en los aserraderos clandestinos, como el que fue descubierto tiempo atrás en Los Coihues y cuyo propietario no sólo quedó expuesto a una multa sino que enfrenta ahora una causa penal.