SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- A tres días de la confusa desaparición del taxista Ernesto Aguirre, las autoridades policiales y los taxistas nucleados en la central "Radiotaxis Bariloche" ignoran dónde se encuentra, aunque cambiaron el sentimiento de preocupación por el de indignación.
Algunos abrigan la esperanza de que regrese en cualquier momento, y otros temen que pueda sucederle algo grave, porque habría sufrido una separación, o que cometa algún delito mayor al de hurto de automóvil, que ya le adjudican por haberse llevado el auto en forma voluntaria. Por ello tiene pedido de captura.
Pocas horas después de su desaparición, cuando todos creían que Aguirre había partido a las 3 del lunes hacia Alicura con pasajeros, la preocupación de sus compañeros fue en aumento y hasta se plantearon realizar medidas de fuerza. Ahora comenzaron a surgir anécdotas en las que le atribuyen un auto robo, en ocasión en que lo encontraron en el baúl del taxi que conducía, y otras veces no haber rendido en forma satisfactoria a sus empleadores después de cumplir horarios nocturnos conduciendo taxis.
La versión de que Aguirre tendría amistades en la localidad bonaerense de Morón es la que predomina, y por eso lo busca allí la policía. Pero esa posibilidad también ha sido puesta en duda por sus amigos, quienes dicen que "Aguirre se fue con lo puesto".