QUITO (AFP/DPA).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró ayer que su país no atraviesa una crisis política y afirmó que "el único sector que intentó quebrar la Constitución fue el Congreso", que sin embargo ayer logró que la justicia restituyera provisoriamente a los expulsados.
El mandatario dejó abierta la posibilidad de convocar él mismo al Parlamento para que asuman los legisladores suplentes que deben reemplazar a los 57 diputados destituidos.
Correa reafirmó su posición en torno de la disputa que enfrenta al Congreso con el gobierno y el Tribunal Superior Electoral (TSE). En declaraciones a periodistas extranjeros, el mandatario explicó que "podría convocar a un congreso extra" para que asuman diputados suplentes.
"Para nosotros no hay crisis; el único que intentó quebrar la Constitución fue el Congreso y no es la primera vez que lo hace", advirtió Correa, que insistió con que "si por las manipulaciones de siempre no se logra reunir el Congreso", él podría llamarlo.
En tanto, un juez ecuatoriano suspendió temporalmente la destitución de los 57 congresistas por parte de la corte electoral, que los acusa de obstruir el proceso para una Asamblea Constituyente , informó el magistrado a la AFP.
Fabián Dueñas, juez civil de Rocafuerte, en la provincia de Manabí (suroeste), admitió un recurso de amparo presentado por el legislador Luis Fernández, del partido opositor Sociedad Patriótica, que lidera el depuesto ex presidente Lucio Gutiérrez. En la acción, Fernández pidió declarar ilegal la remoción de los 57 legisladores de la coalición de derecha, incluido él, por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE) el pasado 7 de marzo.
Dueñas citó para hoy a una audiencia pública sobre el caso, y el fallo debe conocerse a más tardar el lunes. Sin embargo, ese día comienza el período de vacaciones de los funcionarios judiciales, que durará dos semanas. "Mientras no haya un fallo, la destitución está suspendida", explicó.