Wall Street se recuperó al final de la jornada de ayer, luego de que la Bolsa de Tokio y las otras grandes plazas financieras se desplomaran, generando incertidumbre en los mercados mundiales.
La Bolsa de Nueva York terminó en alza este miércoles, luego de buscar una tendencia durante largo tiempo, a causa de persistentes temores sobre el mercado inmobiliario en Estados Unidos: el índice Dow Jones ganó 0,48% y el Nasdaq 0,90%.
Por una cuestión horaria, las principales bolsas latinoamericanas siguieron la tendencia de Wall Street: el Ibovespa de Sao Paulo ganó 1,24%, la de México subió 0,49% y el Merval de Buenos Aires aumentó 1,06%.
La fuerte tendencia a la baja en Asia repercutió en Europa, donde Londres cerró en retroceso de 2,61%, París de 2,52% y Francfort de 2,67%.
En la Bolsa de Tokio, segunda plaza financiera mundial, el índice Nikkei había terminado la sesión del miércoles con una pérdida de 2,92%. Toda la región asiática se vio afectada por las caídas. Seúl cerró en baja de 2,00%, Sydney de 2,10%, Wellington de 1,29%, Taipei de 1,48% . También el índice Hang Seng de la Bolsa de Hong Kong cayó 2,57%, mientras que en Shanghai la pérdida fue de 1,97%.
"El mercado (estadounidense) recibió una buena noticia con respecto a la inflación", observó Al Goldman, de AG Edwards.
En efecto, los precios de las importaciones subieron 0,2% en febrero con relación a enero en Estados Unidos, pero retrocedieron 0,1% excluyendo los productos petroleros. Los analistas preveían una subida del 0,8%.
Pero, al mismo tiempo, "las inquietudes que rodean el sector de créditos inmobiliarios de alto riesgo siguen
siendo un freno" al alza de los mercados, opinaron por su parte analistas de Briefing.com. Un estudio de la Asociación de Banqueros Hipotecarios de Estados Unidos confirmó un aumento de vencimientos impagos durante el cuarto trimestre del 2006. Los préstamos hipotecarios a alto riesgo que no fueron saldados llegaron a su más alto nivel de los últimos cuatro años, según este estudio .
La nueva depresión de los mercados de Asia se produce dos semanas después de la conmoción en las plazas mundiales tras el desplome el 27 de febrero por la Bolsa de Shanghai: cerca del 9%, resultado de especulaciones sobre posibles maniobras gubernamentales para evitar un "recalentamiento" de la plaza china, que recrudecieron ayer.