Diecisiete años después, Sylvester Stallone decidió que Rocky debía volver a pelear. Y se calzó los guantes para darle a esa saga un final más digno que el KO con el que se fue desdibujando su anterior despedida. Al menos eso dijo el actor en una presentación ante la prensa que se realizó en México el mes pasado: "El incentivo mayor para volver a este personaje era hacer que la gente se olvidara de Rocky V, que fue una gran decepción". Por eso, entonces,y pese a sus 60 años, el musculoso hombre (acusado justamente esta semana de llevar anabólicos en su valija, en Australia), subirá nuevamente al ring convertido ni más ni menos que en el mítico "Rocky Balboa".
En la película, que se estrena hoy en Bariloche y mañana en Neuquén, Stallone vuelve a ponerse en el lugar de actor y de guionista. De hecho, él fue responsable de cambiar varias de las escenas de la primera versión de este filme. Con altas dosis de melancolía y nostalgia, en el filme del regreso ya no está su mujer Adrian (fallecida de cáncer), y su niño, ya un adulto, parece bastante resentido por la fama del padre. Pero Rocky, para placer de los fanáticos, volverá a encontrar un motivo para subir al ring.
El regreso del héroe, sin embargo, no pierde de vista el paso del tiempo. El sigue siendo el sueño americano hecho carne, pero los 60 años no le son ajenos. Tampoco en la película, donde el paso del tiempo tendrá su parte, al menos como anécdota.
Cinco años después de la muerte de su mujer, Rocky sigue en su Filadelfia natal, con su duelo sobre la
espalda. Pero su nombre vuelve a sonar para todos cuando un programa deportivo lo vuelve a hacer popular. Y no por sus cualidades sino porque un juego de computadora lo da ganador en una pelea virtual. Y él, hombre hecho en la calle símbolo de autosuperación desde que se convirtió en un ícono del cine, decide probarse donde más sabe hacerlo: en el ring..
El personaje que supo crear Sylvester Stallone en 1976 convirtió al actor, guionista y productor casi en sinónimo de su criatura (aunque seguido muy de cerca por su otro Frankenstein, Rambo, que también está a un paso de reincorporarse a las filas de los regresos). Pero no es lo mismo aquel perdedor suburbano que se convirtió en héroe, que la historia que por explotada fue decayendo después. La película de 1976, el primer Rocky, con aquellas famosas escenas del entrenamiento, ingesta de huevos incluida; el uso de la media res como bolsa de boxeo, o sus brazos en alto en las escaleras del museo de arte de Filadelfia, transformaron al personaje en leyenda. Y al creador, en algo más que eso: "Rocky" fue elegida como mejor película en la entrega de los Oscars de ese año, derrotando nada menos que a "Taxi Driver", del hasta ahora relegado Martin Scorsese.
Las continuaciones no le hicieron un gran favor. Habrá que ver ahora si esta sexta oportunidad, con más años y más experiencia encima, le dan la gloria al boxeador más famoso de la pantalla grande.
