CIPOLLETTI (AC).- En pleno corazón del centro cipoleño La Caja Mágica abrió su sala de espectáculos que no asombra por su capacidad aunque unas 70 personas lo pasan bárbaro y disfrutan de la variada cartelera. Pero sí deslumbra por su estilo, ameno en la entrada, incluso con cortesías, la escenografía, la calidad y calidez de quienes la manejan, Jorge Onofri con Ileana Brotsky, y por la programación.
La Caja es una escuela de arte del escenario que operó durante 15 años en la Biblioteca Rivadavia y ahora se mudó con sus talleres de teatro, títeres, danza jazz y contemporánea al ámbito de Roca 381, en el mismo edificio que alberga a la Escuela de Comedia Musical Valeria Lynch, con la idea de unificar iniciativas ya consolidadas en la región.
"La sala fue pensada como un espacio para ofrecer espectáculos propios y de artistas locales e invitados, para que la gente pueda ver distintas formas del teatro y conocer además la tarea docente que desarrollamos", dijeron los mentores de esta alentadora propuesta artística y cultural, Onofri y Brotsky, ambos de larga trayectoria en escenarios locales, nacionales e internacionales.
Con un numeroso grupo de alumnos que se renueva año a año, la actriz Brotsky dirige La Caja Mágica, con el aporte de Onofri, quien paralelamente es el director de la Escuela de Comedia Musical.
La nueva sala contiene a unas 70 personas y presenta las obras "Digo", el unipersonal de Brotsky, que va todos los sábados de este mes, y "¿Podés silbar", con títeres, dirigida por Onofri. Son puestas muy bien resueltas, y en abril habrá una movida internacional con la actuación del conjunto de jazz de Suecia "Latin the mood" que también ofrecerá una clínica, una clase abierta, en el lugar.
Desde su inauguración atrajo la atención de cipoleños y regionales. Fue la última semana de febrero con un ciclo de legendarias películas de comedia musical, descollando "Cabaret" y "Cantando bajo la lluvia". Se sumaron luego compañías de la región, como La PataAgónica y Atacados... por el Arte.
Un sello característico de esta Caja Mágica es que antes de cada función se invita a los asistentes a un aperitivo, con picadita y una copa de buen vino para los mayores y platos dulces y gaseosas para los más chicos.
Merece destacarse que los alumnos de los distintos talleres harán sus presentaciones frente a familiares, amigos y los que quieran apreciar sus desempeños artísticos.
Para tomar nota: aún hay tiempo de inscribirse en Roca 381 de lunes a viernes de 17 a 21:30 y los sábados de 9 a 15 en las múltiples actividades, como títeres, teatro, canto, comedia musical y danza jazz y contemporánea para todas las edades. Se darán seminarios de malabares, circo, dramaturgia, interpretación actoral, un taller de escritura dirigido por Pablo Montanaro y talleres de técnicas de teatro y títeres para docentes.
En una ciudad con pocos espacios cerrados para determinadas disciplinas e incluso sin cines, es bienvenida una alternativa novedosa la conjunción de La Caja Mágica con la Escuela de Comedia Musical para una población que siempre respondió de manera positiva a este alto rango de sugestivas experiencias.