SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Después de establecer que el supuesto viaje del taxista desaparecido a la piscicultura de Alicura nunca habría existido, y que durante la mañana del lunes fue visto en cercanías de Chichinales y en Río Colorado, las autoridades policiales trasladaron la búsqueda a la provincia de Buenos Aires, más precisamente a la localidad de Morón, donde tendría amistades.
La policía parte de la certeza de que la desaparición del taxista Ernesto Aguirre no fue forzada, y esa convicción también tuvieron ayer sus compañeros de trabajo, luego de que otro taxista les comentara que lo había visto en la zona del Valle, manejando tranquilamente el taxi Siena que habitualmente conducía, sin que nadie lo acompañara.
La causa por la desaparición del taxista se puso en marcha a las 3 del domingo, cuando el trabajador pidió cotización a la central que los agrupa para realizar un viaje hasta la factoría de piscicultura de Alicura, situada a unos 100 kilómetros de esta ciudad. A partir de ese momento perdieron todo contacto con Aguirre, y al mediodía el propietario del taxi Fiat Siena que conducía realizó la denuncia en la comisaría Segunda del Centro Cívico y puso en marcha el gigantesco operativo de búsqueda.
Sus compañeros ya habían iniciado medidas de fuerza cuando interpretaron que su desaparición había sido voluntaria.
A las 10.30 del lunes, Francis Trípolli conducía su auto por la ruta 22 en dirección a Choele Choel, y en cercanías de Chichinales observó que delante suyo circulaba el taxi de Bariloche 061 con Aguirre al volante, a quien conoce desde hace 30 años. Manejó 3 o 4 kilómetros detrás de él y lo superó, porque viajaba a unos 80 kilómetros por hora, pero no obtuvo respuesta a su saludo cuando le tocó bocina. Esa noticia la trasmitió ayer a la mañana a sus colegas, luego de leer en el "Río Negro" que Aguirre había desaparecido,
cuando unos 40 taxistas ya habían cerrado los ingresos al Centro Cívico y se manifestaban frente a la Regional Tercera y la intendencia.
Los taxistas levantaron la medida al saber que Trípolli había visto al desaparecido, y más tarde la policía estableció que a las 12.30 del lunes habría cargado GNC en una estación de servicio de Río Colorado, donde habría tratado de vender el equipo de radio y la rueda de auxilio del vehículo, de acuerdo a las versiones que obtuvieron de testigos de aquella localidad.
"Lo vi como medio dormido o perdido", explicó a este diario Trípolli, quien apesadumbrado agregó que "si hubiera sabido que lo estaban buscando habría tratado de hablar con él, para ver qué le pasaba".
La búsqueda de Aguirre demandó un importante esfuerzo no sólo a la policía, sino a sus compañeros de trabajo.