ZAPALA (AZ).- La aparición de varios registros de conducir apócrifos despertó la alarma de la policía y la justicia local. Al menos dos personas involucradas en la maniobra y un domicilio allanado fue el saldo de la primera etapa del proceso investigativo que pusieron en marcha en forma conjunta efectivos policiales zapalinos con el aval del juez Oscar Domínguez.

Hasta ayer ninguna de las fuentes quiso revelar mayores detalles pero trascendió que se sospecha de una red con importantes vinculaciones en la ciudad.

Los carnets serían de una calidad media y se habrían estado comercializando a razón de $60 . Entre los implicados hay un contratado del municipio que a su vez percibe un plan labora.

La investigación comenzó de manera fortuita al labrarse una infracción de tránsito al conductor de un radio taxi. Los efectivos notaron algo extraño en el registro y luego de profundizar el análisis comprobaron que se trababa de una licencia adulterada.

Al parecer, la investigación giró hacia una persona que contrapresta funciones en el municipio mientras es beneficiario de un subsidio laboral. En las últimas horas se allanó un domicilio pero no trascendió el resultado del procedimiento.

"En principio tenemos algunos elementos que no cierran y no creemos que esta persona haya montado por su cuenta un sistema de falsificación", explicó ayer una fuente consultada por "Río Negro".

Si bien los investigadores son cautos, apuntan a determinar la existencia de una red dedicada a la comercialización de este tipo de registros. De acuerdo a la versión de algunos testimonios el costo de esos carnets era de $60, el doble de lo que cuesta tramitar una licencia en el municipio.

Además de obviar cuestiones básicas como la evaluación de los aspectos conductivos, quienes accedían a este tipo de registros podían ser infractores a la leyes de tránsito o tener cualquier otro antecedente negativo.