BUENOS AIRES- Unas doscientas tumbas fueron dañadas ayer por desconocidos en el cementerio de Bahía Blanca, tras lo cual la jefatura de la Policía removió al jefe del destacamento responsable de la custodia de la necrópolis. El ataque se produjo cuando los patrulleros que deben custodiar el predio "no estaban en el lugar", dijo el administrador del cementerio, Marcelo Caramelli.

Entre las tumbas dañadas se encontraban las de María Victoria Chiaradía y Héctor Iglesia Braun, los jóvenes asesinados en las afueras de la ciudad tras ser secuestrados por una banda de reducidores de automóviles en agosto de 2000. Iglesia Braun era hijo de un comisario de la zona que, entre otros cargos, en 2004 llegó a jefe de la Policía bonaerense y renunció para investigar el crimen del joven.

Las tumbas dañadas se encuentran en el llamado "sector viejo" del cementerio, que tiene custodia policial en horario nocturno. Caramelli dijo que "los patrulleros no estuvieron en el lugar. Esto no fue un acto de vandalismo".

Además, explicó que "desde las 0 hasta las 6 de la mañana la policía bonaerense debe custodiar el cementerio. Los efectivos no pueden moverse de ahí ni para ir al baño". "A los 20 días de haber ingresado a esta función realicé una denuncia en fiscalía. El uno de febrero pedí que se cambiara la custodia policial y empezaron a suceder cosas extrañas", reveló el administrador del cementerio. (DyN)