Cipolletti tiene una delantera letal, pero otra de las explicaciones de su gran campaña se encuentra en las manos de su arquero Raúl Ruiz, figura en casi todos los encuentros.

El mundillo del fútbol dice que un buen arquero es aquel que gana partidos, y el 'Oreja' fue clave en varios de los triunfos -y también empates- del albinegro.

Luego de la igualdad en Comodoro, el '1' cipoleño, una de las grandes figuras del partido, analizó su gran momento y contó que su hijo Nicolás de seis años fue su inspiración para atajarle el penal a Andina Silva.

-¿Qué les faltó para ganar?

-Nos apresuramos en el segundo tiempo. En el primero habíamos jugado muy bien, tocando la pelota, saliendo de contragolpe, pero después no aprovechamos el viento a favor.

-Más allá del gol, tuviste una gran actuación...

-Si, fue un buen partido. En el gol, la pelota me sorprende porque me taparon al jugador que le pegó. Cuando la vi, me sorprendió y ya no pude hacer nada.

-Pero después atajaste un penal y tapaste muchas pelotas.

-Si, la verdad que si. Tuve buenas atajadas, y en el penal me ayudó mi hijo. Cuando iba a patear, me acordé de él, de cuando me dibuja atajando penales a la izquierda, y fue como una señal. Después traté de estar tranquilo y transmitir seguridad.

-¿Te sentís importante?

-Me siento parte de un grupo importante. No hay jugadores indispensables y se demostró a lo largo de todo el torneo. Cuando hay que hacer cambios, todos responden, y estoy seguro que si a Willi (Guillermo Ferreyra) le toca entrar, también va a dejar la vida por Cipolletti.

-Perilli dice que sos de otra categoría. ¿Te irías si te llaman?

-Mi prioridad y mi sueño es ascender con Cipo. Trabajo siempre para progresar, y saltar de categoría es también un paso adelante. Si se llega a dar la oportunidad, creo que no la desaprovecharé.

-¿Cuál es tu mayor virtud?

- Es difícil hablar sobre uno, pero me parece que mi personalidad me ayuda mucho. Después del gol, quizá otro arquero se bajonearía, pero yo me hice más fuerte. Claro que la personalidad sin trabajo no sirve para nada, por eso me mato en las prácticas.