Lunes 12 de Marzo de 2007 Edicion impresa pag. 2 y 3 > Nacionales
ALICIA COMELLI: "En Neuquén no hay nepotismo"
por CARLOS TORRENGO

¿Mantendrá la gobernación el MPN?

Sí. Y creo que recuperamos la intendencia de Neuquén capital. Tenemos un muy buen candidato y una atomización de la oposición.

¿Es bueno para una sola fuerza política no tener un contrapeso?

No me parece que sea bueno, pero espere... perdón por el ruido... ¡Se me cayó una cacerola! Cocinar y el verde... las plantas, son mi hobby... Espere un segundo.

¿Y ahora que pasa?

Bajé la música.

¿Qué estaba escuchando?

-Ana Belén, me encanta. Soy muy española en cocina y música. Alcanzo a ser de la generación de La Puerta de Alcalá.

¿Qué edad tiene? ¿45?

 ¡No, por Dios! ¡41!

¿Y para qué meter a Dios en esto? Precisamente, un español y escritor talentoso, Antonio Muñoz Molina, acaba de decir en Buenos Aires que le debe al catolicismo "la suerte de ser ateo".

Cada uno en lo suyo. Siempre creí en Dios y, si no creyera en él, no sé cómo hubiese sobrellevado lo que viví. Un 24 de febrero de hace años me pasó un accidente. Ahí murió Jorge Plantey, mi primer compañero.

La vida sigue... con su mochila, claro. Y está la política.

Volviendo al tema inicial. El poder político funciona mejor en un marco de equilibrio de poder.

Que precisamente no es la historia más permanente del MPN en el poder.

Así es, pero así ha sido la historia. Cuando yo vine de diputada nacional esto no lo tenía muy en claro o, en todo caso, lo tenía más desde la apreciación teórica que de la práctica... Yo creo en la fuerza del consenso.

Siguiendo ese razonamiento: ¿qué le "deformó",

por así llamarlo, desde lo político, el pertenecer a una fuerza tan monopólica en el ejercicio del poder como lo es el MPN?

La idea de trabajar con consensos. Cuando uno está en un partido que está siempre en el poder, ese partido termina siendo un sistema político en sí mismo. Y esto es muy peligroso para la democracia.

Un psiquiatra y un politólogo están por publicar un ensayo sobre casi un siglo de nepotismos provinciales. Los Saadi, los Cantoni, los Lencinas, los Juárez, los Romeros en versión salteña y correntina... Están trabajando también sobre los Sapag, pero no encuentran ligazones con los anteriores. ¿Cómo reflexiona usted el poder de la familia Sapag?

Por lo pronto, no hay nepotismo. Neuquén, a diferencia de otras provincias, es muy joven. Su política no viene titularizada por intereses que se hunden por poco en la colonia. Es cierto que esa política, ya Neuquén provincia, nace de la mano de una familia, pero su núcleo, el MPN, jamás fue propiedad de los Sapag, siempre tuvo una vida interna activa. En los 20 últimos años esto quedó muy en claro. Además, el MPN en el poder ha tenido un signo modernizador muy distinto en relación a provincias manejadas por décadas por esos nepotismos que usted señala. El MPN nació de los vecinos, no de las aristocracias y feudalismos que se hunden en la historia de dos siglos o más a veces...

 

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