Lunes 12 de Marzo de 2007 Edicion impresa pag. 18 > Internacionales
Nuevos atentados sacudieron ayer la capital iraquí
Más de 50 personas murieron. Bagdad fue la más afectada. Fue un día después de la conferencia sobre seguridad.

BAGDAD (AFP) - Al menos 59 personas murieron ayer en ataques en Irak, 43 de ellas en Bagdad, un día después de cerrarse una conferencia internacional sobre seguridad destinada a acabar con la violencia en Irak.

La ola de atentados ocurrió además mientras millones de peregrinos chiítas abandonaban Kerbala, 110 km al sur de Bagdad, tras el fin de la conmemoración del 40º día después de la muerte del imán Hussein, a la que asistieron "entre 6 y 9 millones de peregrinos", según las autoridades locales.

En Bagdad, tres atentados mataron a por lo menos 43 personas. El más mortífero, con 31 muertos y 25 heridos, tomó como blanco a peregrinos que regresaban de Kerbala, indicaron los servicios de seguridad.

Otros diez civiles murieron y siete resultaron heridos en un atentado suicida. Un hombre que llevaba un cinturón con explosivos se inmoló dentro de un minibús en el barrio de Mustansiriya, en el noreste de la capital, según las fuentes de los servicios de seguridad. Además, dieciséis personas perdieron la vida en otros atentados en diversos puntos del país, entre ellas cuatro en un ataque presumiblemente suicida contra la sede del Partido Islámico, el principal partido sunnita iraquí, en Mosul (norte).

La oleada de atentados se produjo después de que el primer ministro iraquí Nuri Al Maliki pidiera el sábado a los países vecinos que cesaran de injerirse en sus asuntos internos. El canciller iraquí, Hoshiyar Zebari, indicó ayer que el encuentro sirvió para romper el hielo entre Irak e Irán, pero que necesita ser apoyada con acciones concretas.

El embajador estadounidense Zalmay Jalilzad se congratuló igualmente por las discusiones con los iraníes, al mismo tiempo que pidió a los vecinos de Irak, entre ellos Irán, poner fin a la infiltración de combatientes o armas. El representante iraní, el viceministro de Relaciones exteriores Abbas Araghtchi, rechazó las acusaciones estadounidenses. "No existe ninguna razón para interferir en los asuntos internos de Irak", afirmó. Agregó que Irak necesita, "para garantizar la paz y la estabilidad (...) de un calendario de retirada de las tropas extranjeras".

Por su parte, la secretaria de Estado adjunta norteamericana encargada de asuntos humanitarios, Ellen Sauerbrey, indicó en El Cairo que Estados Unidos acogerá al menos a 7.000 refugiados iraquíes en los próximos meses. Cerca de dos millones de iraquíes huyeron de su país, la mayoría rumbo a Jordania o Siria, a causa del conflicto.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí