SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Una mujer que viajaba hacia la isla Victoria en un lanchón que transporta a los empleados de un establecimiento gastronómico sufrió un ataque de pánico cuando se abrió la puerta rampa de la embarcación y debieron regresar a puerto Pañuelo para reparar el desperfecto.
El episodio ocurrió el último 13 de febrero cuando la puerta frontal levadiza del lanchón que transporta materiales, mercaderías y al personal que trabaja en la isla Victoria, se abrió en forma súbita y provocó la entrada de agua al interior de la embarcación.
La tripulación de la nave logró enganchar el extremo caído de la puerta con el ancla y lograron cerrarla y contenerla, porque se había roto el cable que la sujetaba, pero la situación generó pánico en una de las pasajeras, que además de pedir auxilio por radio habría llamado por celular a su esposo.
Desde la Prefectura Naval Bariloche reconocieron la existencia del incidente, pero le restaron importancia al riesgo que habrían sufrido los pasajeros y tripulantes del lanchón.
Aseguraron que se trata de una embarcación tipo estanco, que no puede hundirse aunque embarque agua sobre su cubierta, y que el agua que ingresó en la ocasión se debe a que la puerta golpeaba contra las olas al avanzar la nave, provocando fuertes salpicaduras y temor a una mujer.
Una versión también indicaba que el incidente provocó malestar en las personas que se dirigían a sus trabajos, tanto que resolvieron no volver a embarcar ese día, aunque lo hicieron a la mañana siguiente, en el mismo lanchón, aunque ya con los seguros de la puerta reparada.
Más allá de que consideran que no existió peligro de naufragio, las autoridades de la Prefectura iniciaron un sumario para dilucidar cómo ocurrió el accidente y tratar de determinar si la falla se debió a un error humano o a algún desperfecto de material. Los resultados aún no estaban finalizados.