La suba del mínimo no imponible anunciada por el Gobierno nacional representará a las provincias un costo fiscal de 692 millones de pesos en el año, de los que 100,7 millones le corresponderán a Buenos Aires.
El costo fiscal obedece a una menor transferencia de recursos de coparticipación federal y se da a conocer en momentos en que muchas provincias afrontan dificultades para afrontar el pago del aumento salarial a los docentes, también dispuesto por el Gobierno Nacional.
Según informó el gobierno el jueves, a partir de ahora el mínimo no imponible para el pago de ganancias en el caso de los solteros pasó de 2.400 a 3.200 pesos, y para los casados, ese piso subió de 3.200 a 4.000 pesos. Sobre este tema, ayer se conocieron mas detalles de cómo influirá la medida.
De acuerdo con una investigación de la consultora Economía & Regiones, el costo fiscal (igual a la baja en la recaudación del impuesto a las
Ganancias) se distribuye en 858 millones de pesos recortados al gobierno nacional y el sistema previsional y 692 millones a las provincias, que suman los 1.550 millones de pesos anunciados el jueves por la ministra de Economía, Felisa Miceli. Precisamente la provincia de Buenos Aires, que debió cambiar de ministro de Economía por las dificultades financieras para hacer frente al aumento salarial a los docentes, es la más afectada por la menor transferencia de recursos coparticipados derivados de la baja en la recaudación de Ganancias. El estado gobernado por Felipe Solá resignará 100,7 millones de pesos, según el cálculo de E&R, seguido por los de Santa Fe y Córdoba, con 65,4 y 64,3 millones de pesos, respectivamente.
A ese recorte, los bonaerenses podrían agregar el congelamiento de los 650 millones de pesos del ex fondo del conurbano, que si hubiera seguido la evolución de la recaudación impositiva se ubicaría en la actualidad en unos 3.500 millones de pesos, de acuerdo con lo señalado por el director de E&R, Rogelio Frigerio.
Por su parte, la Confederación General Económica (CGE) metropolitana consideró ayer que la decisión del Gobierno en aumentar el mínimo no imponible para el impuesto a las Ganancias constituyó "una medida acertada que apunta a hacer un poco menos regresivo al actual sistema impositivo, a la vez que mejora el poder adquisitivo de los mismos".
"La importancia de bajar este tributo, se observará en el aumento del consumo interno con una directa repercusión en el incremento de la producción y las ventas de las pymes, consolidando así el actual proceso de crecimiento", señaló la CGE porteña a través de un comunicado.