Entre las alternativas degradantes que la televisión ofrece, "Policías en acción", que emite Canal 13, preocupa no sólo por la naturalización del morbo cuanto por la violación de los derechos elementales de las personas que "protagonizan" este "reality-drama".

Ejemplos tomados de la emisión de antenoche: una adolescente llora en cámara porque fue abusada por su hermano mayor. En el momento en que radica la denuncia, un agente no una mujer policía como corresponde le hace preguntas, pero la induce a que cuente los detalles más íntimos de una relación de años. Ella ingenuamente lo hace en su lenguaje más descarnado. Por si fuera poco, el rostro de esa menor es fácilmente reconocible por un "pixelado" digital insuficiente, como también el de sus hermanos menores y el del acusado. Una exposición inaceptable.

Otras escenas: imágenes crueles bien reales de chicos completamente borrachos a la salida de un boliche. Son animados a que relaten por qué toman, se drogan o se golpean. Desde luego es una fotografía de una realidad social lacerante. Puede ser perfectamente pedagógica. Pero esos rostros también son tan ligeramente cuadriculados que vulneran derechos. El saldo termina siendo otro.

En apariencia, el programa busca documentar la crudeza de la marginación, la trasgresión y la violencia que están a la vuelta de cualquier esquina. Pero viola el derecho de intimidad, subraya el morbo y presenta los hechos con un toque de gracia.

Ese mezquino interés de entretención hacia un público que aparentemente "busca esa tevé", frivoliza todo contenido. Salvo mínimas referencias estadísticas, no hay un trabajo que profundice el drama social o provea herramientas para contribuir a amortiguarlo.

Por otra parte, hay un palpable objetivo de humanizar la figura de los policías. No estaría mal si se mostrara también la contracara más percibida por la sociedad: la del uniformado involucrado en el delito o corrupto. Pero es difícil que ocurra: el cameraman patrulla junto a los policías y, naturalmente, terminan mimetizándose.

Pretendido compendio de historias de vida dramáticas construidas en formato de historieta hiperkinética, "Policías en acción" parece más orientado a lucrar en el género de la televisión bizarra para retener rating que a manejar con responsabilidad contenidos sensibles de la sociedad.