SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Una banda formada por al menos tres delincuentes armados y encapuchados, irrumpió en la dependencia donde cenaban y miraban televisión cinco sacerdotes salesianos y se llevaron una importante suma de dinero y otros elementos de valor.

El insólito asalto se produjo en los primeros minutos de la madrugada del martes pasado en la vivienda que la congregación Salesiana posee en terrenos aledaños a la capilla Inmaculada Concepción, situada en Elflein 502, a pocas cuadras del Centro Cívico.

A esa hora se hallaban reunidos los sacerdotes Roberto Asís, Gustavo Hernández, Vicente De Luca, Jorge Pliazer y José María Linch, en una velada en la que despedían a uno de ellos, que al día siguiente partía hacia otro destino, cuando fueron sorprendidos por tres individuos encapuchados que irrumpieron en la dependencia.

Después de manifestar sus intenciones de robo y amenazar de muerte a los curas, los asaltantes los obligaron a arrojarse al piso y comenzaron a apoderarse del dinero y objetos de valor que las víctimas tenían en su poder o había en el lugar. Así lograron sustraer una suma superior a los 10 mil pesos, en moneda nacional, dólares y euros, además de dos computadoras portátiles, una filmadora y otros elementos, valiosos y de escaso volumen.

El hecho ocurrió en la vivienda que habita el párroco de la capilla Inmaculada Concepción, en el amplio predio posterior al colegio y gimnasio Don Bosco, que ocupa en forma casi íntegra la manzana comprendida entre las calles Moreno, Beschedt, Elflein y Frey.

Si bien las dependencias cuentan con un sistema de seguridad, incluida la histórica capilla, los delincuentes no tuvieron reparo en superar las rejas que protegen la propiedad, que no son muy altas pero terminan en filosas puntas orientadas al exterior. No fue posible consultar a los damnificados, pero es probable que no hayan activado los sistemas de alarma porque todavía estaban despiertos.

El robo con armas es el primero que afecta a los responsables locales de la institución Salesiana, aunque en otras oportunidades ya debieron soportar robos y hurtos de menor importancia, que afectaron incluso a los elementos utilizados para realizar la liturgia y oficios religiosos de la fe católica.

Las autoridades estiman que el insólito hecho delictivo se enmarca en la imposibilidad que encuentran los delincuentes para tener acceso a los objetivos tradicionales de robo, que son