En medio del desencanto por haber dejado escapar la oportunidad de seguir como líder del Clausura, una esperada reaparición les cambió el ánimo a todo el mundo River: Ariel Ortega retomó ayer los entrenamientos.
Ausente dos meses debido al tratamiento que realiza para erradicar su adicción al alcohol, el 'Burrito' se sumó al plantel que ayer entrenó en Ezeiza.
Ortega jugó su último partido con la camiseta de River el 13 enero en el clásico ante Racing por el Pentagonal de Verano, en el cual convirtió un gol para el triunfo de su equipo 2-0.
Aunque todavía no está en condiciones de jugar, Daniel Passarella estima que el técnico podrá contar con él para los octavos de final de la Libertadores, en el caso que River clasifique a esa instancia.
"Es difícil empezar a poner fechas y agregar ansiedades en todos los ámbitos. Hay que ver su evolución en el día a día", declaró el preparador físico Alejandro Kohan, designado para seguir de cerca la evolución del jujeño. "Habrá que ver como se va integrando progresivamente al trabajo grupal y después Passarella dispondrá cuando estará para volver", resaltó Kohan.
Claro que en medio de la felicidad por esta vuelta no todas son rosas en el camino de River, ya que Passarella debe resolver varios problemas después de la derrota 2 a 1 ante Argentinos y de cara al cotejo del jueves en el Monumental ante el Caracas Fútbol Club, por la Copa.
Leonardo Ponzio sufrió ante el 'Bicho', un esguince de tobillo derecho y seguramente no podrá ser de la partida ante los venezolanos.
La enfermería de River no termina allí, porque pensando en el compromiso copero, Ernesto Farías, que quedó afuera a último momento del partido ante Argentinos por una molestia lumbar, es una incógnita para saber si estará en condiciones el jueves.