NEUQUEN (AN).- La luna comenzó lentamente a ingresar en el cono de sombras que proyectaba la tierra después de las 20. El recorrido silencioso que hizo para ocultarse de la vista de los hombres culminó alrededor de las 21, cuando el fenómeno se pudo observar perfectamente.
El eclipse lunar total estuvo a la vista de los habitantes de la región por varios minutos, aunque el acontecimiento se adelantó porque había sido anunciado para las 23. Fue el primero de los cuatro anunciados para este año.
En el observatorio de la capital neuquina, instalado en la zona del parque norte, se vivió a pleno el eclipse, pero varios se quedaron con las ganas de admirar el fenómeno porque llegaron cuando ya se había producido. Los más ansiosos concurrieron antes y disfrutaron del eclipse total (que finalizó alrededor de las 22.30) con la ayuda del telescopio instalado en el edificio. El director del observatorio neuquino, Roberto Figueroa, explicó que en el momento del eclipse total, la luna se ubicó a 387.000 kilómetros de la tierra e ingresó al cono de sombras de la tierra en el espacio interestelar a una velocidad orbital de 3.620 kilómetros por hora.
Los visitantes que llegaron hasta el observatorio pudieron comprobar, fascinados, como la luna se teñía de rojo en los bordes porque los rayos solares eran refractados por la atmósfera terrestre y penetraban en el cono de sombras. El fenómeno astronómico cautivó a los observadores que disfrutaron de un hecho que no ocurre todos los días, sin riesgos para la visión, a diferencia de los eclipses de sol, que requieren precauciones.
El eclipse lunar se produce cuando la Tierra se interpone entre el sol y la luna y provoca su oscurecimiento al despedir un cono alargado de sombras. Anoche, el fenómeno fue total y dejó al satélite natural de la tierra en penumbras por un tiempo prolongado. En la capital neuquina, algunas familias siguieron el acontecimiento desde las calles, la Plaza de las Banderas y el Balcón del Valle.
