El candidato a jefe de Gobierno porteño del PRO, Mauricio Macri, admitió ayer que se arrepiente de haber lanzado su postulación junto a una nena pobre que vive en una villa de Lugano, por la interpretación que se dio a ese hecho, y consideró que "todo el mundo piensa mal, en vez de pensar bien".

En el marco de sus acciones de campaña, el presidente de Boca llevó ayer a los habitantes de Ciudad Oculta su primera promesa electoral, al garantizar que urbanizará esa villa en un plazo de un año, si llega a la jefatura comunal.

Allí aclaró el tema de la niña pobre. "Si pudiese volver atrás, le diría a Melina 'retirate que estoy por empezar'", dijo al evocar la circunstancia en la cual, según aseguró, la chica de ocho años se le acercó antes de iniciar el acto de su lanzamiento.

"Hay que entender que yo actué en forma espontánea, como creo que lo haría una persona normal. Viene una nena a darme afecto, me conmueve, me dice 'me quiero quedar acá con vos', y yo empecé. La verdad, me sentí acompañado, no me pareció algo feo", explicó a radio La Red.

Macri añadió que "ahora, interpretar que esto era una chiquita que la trajimos contratada, es pensar muy mal y muy retorcido".