NEUQUEN (AN)- El Tribunal Superior de Justicia rechazó, de manera parcial, un recurso del abogado Gustavo Olivera, que pretende seguir ejerciendo su profesión pese a que lo designaron como miembro del Consejo de la Magistratura.

Según el texto de la ley que creó el organismo, "los consejeros que fueran abogados deben suspender su matrícula provincial por el tiempo que dure el desempeño efectivo de sus cargos".

A criterio del abogado Olivera, esa norma resulta "discriminatoria y arbitraria, tornándose inconstitucional". Indicó además que "afecta la garantía constitucional de igualdad y de ejercer industria lícita" y es discriminatoria porque a los consejeros que tengan otra ocupación no les impide continuar con su ejercicio.

El abogado pidió que ese artículo fuera declarado inconstitucional. Y que mientras el TSJ estudia el caso, le permitan seguir ejerciendo sólo en el fuero penal. Argumentó, por ejemplo, que tiene varios clientes a los que no puede abandonar porque los perjudicaría.

Pero el TSJ, en un fallo dividido, no le hizo lugar a ese pedido aunque analizará la cuestión de fondo. Es decir: Olivera no podrá al menos por ahora ejercer su profesión, pero la constitucionalidad del artículo cuestionado será estudiada. No hay fecha para un pronunciamiento.

Los que votaron en contra del abogado fueron los vocales Eduardo Badano, Felipe Cía y Jorge Sommariva; éste último es a la vez presidente del Consejo de la Magistratura.

El único que votó a favor fue Roberto Fernández, quien consideró que el más perjudicado por esta situación es aquel imputado que en su momento designó a Olivera como abogado de confianza y ahora debe reemplazarlo intempestivamente.

El Consejo de la Magistratura sostuvo, el miércoles y el jueves a la tarde, sus primeras reuniones (se constituyó al inicio de la semana).

Según se supo avanzaron en el análisis del reglamento y de la selección del personal que trabajará en el nuevo organismo.

También se resolvió que por ahora el cuerpo funcionará en el Colegio de Abogados de Neuquén, hasta que se consiga una sede propia acorde a sus necesidades.