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Sábado 03 de Marzo de 2007
 
Edicion impresa pag. 06 > Nacionales
Un ex represor intimidó a sus víctimas en Neuquén
El acusado es el mayor retirado Luis Farías Barrera, imputado por la causa "La Escuelita". Amenazó frente al domicilio a dos testigos para que declararan en su favor ante el juez Labate.
La ministra de Defensa, Nilda Garré, pidió acción ante la falta de seguridad que sufren los testigos en causas contra represores.
La ministra de Defensa, Nilda Garré, pidió acción ante la falta de seguridad que sufren los testigos en causas contra represores.
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NEUQUEN (AN).- El mayor retirado de las fuerzas armadas e imputado en la causa que investiga los crímenes de lesa humanidad ocurridos en Neuquén, Luis Alberto Farías Barrera, intimidó personalmente y por teléfono al menos a dos víctimas de la represión ilegal que podrían identificarlo en la causa.

Por la gravedad del hecho, la ministra de Defensa de la Nación, Nilda Garré, ordenó ayer al jefe del Estado Mayor General del Ejército, teniente general Roberto Bendini, que investigue los hechos y que adopte las medidas necesarias para evitar sucesos de esta índole. (ver aparte)

"Soy el comandante Farías. ¿Se acuerda usted de mí?, mintió el mayor (re) Farías Barrera, quien al interceptar al testigo en la vereda de su vivienda utilizó el mismo cargo que le daba a los familiares cuando en 1976 iban al Comando de Neuquén en busca de sus desaparecidos.

A algunos familiares, Farías Barrera se le presentaba como el comandante, recordaron algunos integrantes de los organismos de Derechos Humanos.

Farías Barrera es uno de los 44 imputados que figura en la causa que el juez federal Guillermo Labate tramita en Neuquén, y que se encuentra próximo al inicio de las indagatorias, tras la reapertura del proceso en 2005.

"Estoy en algunos líos con la Justicia", admitió el ex represor en la puerta de la casa de su víctima, que llegaba a su hogar en compañía de su hija.

El ex represor se quedó con la mano tendida y le pidió al hombre que cuando el juez Labate lo cite, le diga "que yo fui bueno con usted, ¿no se acuerda?, le inquirió.

El episodio se llevó a cabo en la misma vereda en la que hace 30 años el sobreviviente del centro de detención clandestina "La Escuelita" de Neuquén fue detenido ilegalmente para luego ser trasladado hacia al menos dos cárceles y el centro de torturas que funcionó en los fondos del batallón neuquino.

La identidad de las víctimas intimidadas por Farías Barrera se omitió a pedido de los organismos de Derechos Humanos, que preparaban una presentación ante el juzgado federal para solicitar medidas. La preocupación de los organismos de Derechos Humanos aumentó cuando horas después de que el testigo fuera interceptado por Farías Barrera en la puerta de su casa, en un celular de una persona amiga de la familia se escuchó la grabación de la conversación privada del testigo con sus abogados en la que le describía el grave episodio.

"Esto indica que este hombre no está solo, sino probablemente respaldado por otros", que tienen la posibilidad de "pinchar" el teléfono de la víctima, que además no figura en guía.

La reapertura de las causas por crímenes y desapariciones de la última dictadura generó la reaparición de sectores comprometidos con la represión que se tradujo en intimidaciones, amenazas telefónicas y hasta la agresión contra los querellantes en diversos puntos del país.

Incluso, la hipótesis más fuerte por la desaparición de Julio López, el testigo que aportó para la condena del represor Etchecolatz, se orienta en el mismo sentido .

No se trató de una "visita" aislada de Farías Barrera. Esa misma tarde del jueves, el militar retirado fue a ver a otra víctima y testigo en la causa, pero como no lo halló en su vivienda, por teléfono le recomendó "que se

acuerde que había sido bueno" con él durante un "traslado".

Los organismos de Derechos Humanos hablaron con ambas víctimas-testigo y en la charla surgió un mismo nombre: Julio López, el testigo contra el militar Miguel Etchecolatz que está desaparecido desde el 18 de septiembre luego de testificar en contra del ex militar en el juicio.

"No tienen miedo, no van a dejar de decir lo que tienen para aportar en la causa", aseguraron abogados y la secretaria de Derechos Humanos de la Nación en Neuquén, Beatriz Gentile, quienes en las próximas horas delinearán la estrategia para frenar cualquier tipo de acción similar a la del jueves.

 
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03/03/2007, 09:05:15

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nos dejo su opinion

Santiago
Leyendo esta nota,no me asombro en lo mas mínimo. Como estudiante secundario, en épocas de retomar la lucha por el boleto estudiantil, alla por los 80s, fuimos amenazados, seguidos e intimidados por esta gente, algunos de los cuales aun se mueven en ámbitos educativos y distintas areas laborales. Hay que sacarse la careta de una buena vez y juzgar no solo a esta gente, sino tambien a los que los apañan, sino, como puede ser que todavía sigan impunes??
 
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