NUEVA YORK (AFP) - Un extremo nerviosismo caracterizó la jornada bursátil ayer en las principales bolsas mundiales, que en su mayoría cerró en baja una semana negra para los inversores, que temen que la dudosa marcha de la economía global precipite una caída libre de los mercados.

Las bolsas de Nueva York cerraron en fuerte baja, con el índice Dow Jones perdiendo 0,98%, y el Nasdaq 1,51%, afectadas también por la recuperación del yen.

Este nuevo retroceso sitúa alrededor de 3,4% las pérdidas de esta semana del Dow Jones, la peor marca desde la invasión de Irak, en marzo de 2003.

En Europa, la mayoría de las plazas registraron retrocesos.

Francfort cedió 0,56%, París 0,62%, Amsterdam 0,37%, Estocolmo 0,73%, Madrid 0,73%, mientras que Londres cerró estable y Bruselas avanzó 0,10%. Esta semana, las bolsas del Viejo continente se alejaron de los hitos plurianuales, incluso históricos, que habían alcanzado en las últimas semanas.

El índice paneuropeo Eurostoxx 50 sufrió, al igual que el Dow Jones, su peor retroceso semanal en cuatro años, al caer un 5,4% en las últimas cinco sesiones.

En Asia, Tokio reculó 1,35%, con una caída semanal del 5,34%. Sydney perdió 0,42%, Seúl 0,20% y Manila 1,56%. En cambio, Hong Kong se recuperó con un avance del 0,49% y Shanghai, cuya caída del 9% desencadenó el minicrack mundial el pasado martes, progresó 1,23%.

Las plazas latinoamericanas volvieron a registrar pesadas pérdidas, con Sao Paulo cayendo 2,64%, Buenos Aires -2% y México -1,23%.

Los mercados habían registrado unas subidas casi ininte

rrumpidas desde la primavera boreal de 2006, alentadas por la progresión generalizada de los beneficios de las empresas y por un frenesí de fusiones y adquisiciones.

Pero la euforia dejó pasó el martes a la inquietud.

En el corazón de esas preocupaciones se encuentran las previsiones nada optimistas sobre el crecimiento de Estados Unidos, que se prevé que caerá entre el 2% y el 2,5% en 2007, tras el 3,3% del año anterior.

Ese temor, sumado a otras malas noticias anunciadas estos últimos días, como la posible recesión estadounidense insinuada por Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal, alimentaron la onda expansiva en los mercados. "La prudencia de los inversores extranjeros obedece a la incertidumbre macroeconómica.

A corto plazo seguirán produciéndose grandes fluctuaciones", estimó Ron Rodrigo, de Unicapital Securities, de Manila. "Los inversores continúan nerviosos", comentó Toshihiko Matsuno, analista de SMBC Friend Securities.

"En los próximos días, una continuación de la tendencia negativa, incluido un descenso por debajo de los 17.000 puntos, es un escenario probable", añadió este experto.

"Los mercados se comportaron de manera un poco irracional en los últimos días. Algunos operadores aprovecharon para especular", indicó por su parte Chen Huiqin, analista de Huatai Securities.

"Hay mucho nerviosismo a nivel mundial. Los operadores quieren saber si los factores de riesgo están bien evaluados. Los mercados soy muy sensibles a la incertidumbre", comentó Richard Jerram, de Macquarie Securities, de Tokio. Pero una caída general de los mercados también podría brindar la ocasión a algunos inversores de efectuar compras masivas de acciones, al apostar por una subida que les permitiría obtener grandes plusvalías. Así, en Tokio, "las acciones subirán la semana próxima porque ya han tocado fondo", predijo Kenichi Azuma, de Cosmo Securities.