SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El intendente Alberto Icare abrió ayer el año legislativo con un discurso de apenas ocho minutos, en el que atacó con dureza a la oposición y ratificó su voluntad de gobernar otros cuatro años.
Hizo también una descripción parcial de su obra de gobierno en el último año, entre la cual destacó el pase a planta de 722 empleados municipales y el impulso de la obra pública. Eludió sin embargo cualquier referencia sobre otras áreas sensibles como Acción Social, Turismo o Tránsito.
Icare no participó de la primera parte del acto, en la cual los concejales juraron la nueva Carta Orgánica, y llegó recién a la hora pautada para su mensaje. Había pedido un atril con luz (incluso Protocolo del Concejo colocó dos lámparas a su disposición), pero finalmente el intendente no lo usó y habló desde la mesa de sesiones, rodeado por los concejales.
Debido a sus dificultades en la vista, por primera vez Icare dirigió su mensaje anual sin leer. En las horas previas alguien sondeó la posibilidad de que un colaborador lo reemplace en la lectura, pero desde el Deliberante le hicieron saber que la representación institucional era indelegable. El intendente eligió entonces prescindir del texto escrito. Al margen de ese dato, Icare reservó su frase más enérgica para ratificar su candidatura a la reelección. Calificó de "políticos de cartón" a quienes "se aprovechan con golpes arteros y bajos" del deterioro de su salud.
El discurso había empezado como un clásico informe de logros alcanzados, pero terminó en el más puro tono de campaña.
"Quiero ser intendente por cuatro años más de mi ciudad porque creo estar en condiciones, porque creo que todavía falta mucho por hacer y porque creo que tengo el apoyo de gran parte de la gente -aseguró el intendente-. Pero gracias a Dios y a esta bendita democracia son las urnas las que van a determinar si Beto Icare debe continuar o no".
Pidió colaboración a los ediles para seguir trabajando "por un Bariloche mejor para las futuras generaciones".
Antes había admitido que el actual será un año atípico por la sucesión de elecciones, pero advirtió que esa coyuntura "no tiene que empañar para nada la actividad de este gobierno".
Recordó una vez más "el desastroso estado" en el que se encontraba el municipio cuando le tocó asumir y la contrastó con el escenario actual, que le permitió "reducir la deuda de 23 millones a 1 millón de pesos, sin contar algunos juicios todavía en trámite".
Anunció luego que realizaría un "raconto breve" de lo realizado en cada área de gobierno. Habló de las obras de agua que beneficiaron a los barrios Inta, Don Orione, Cerro Chico y Valle Escondido; las cloacas para el Nueva Esperanza; la rotonda de Beschtedt y Brown; la reparación integral de Mitre, la repavimentación de Pioneros; la futura reactivación de la isla Huemul y la licitación para construir otras 200 cuadras de asfalto.
Y completó el resumen mencionando lo actuado por la secretaría de Deportes y la subsecretaría de Cultura.