NEUQUEN (AN)- Otra historia de violencia familiar tuvo un final trágico, cuando un hombre y su ex concubina forcejearon por un arma de fuego. El hombre recibió dos balazos, agonizó una semana en el hospital Castro Rendón y finalmente murió. Se convirtió así en la decimosegunda víctima fatal del violento verano en Neuquén.
El caso, que recién trascendió ayer, ocurrió el 10 de febrero y el desenlace fatal se produjo el 17. La mujer está en libertad, aunque su situación podría cambiar si ahora se la acusa de homicidio simple.
Según la información que pudo obtener "Río Negro", el hombre que murió se llamaba Pablo Anabalón, de 30 años. Por episodios reiterados de violencia familiar tenía prohibido acercarse a la vivienda de su ex concubina, de la misma edad, cuya identidad y domicilio no fueron suministrados. La mujer es, además, madre de su hijo de 10 meses.
Al parecer Anabalón justificaba su actitud violenta en que su concubina había vuelto a ejercer la prostitución, lo cual él siempre le recriminaba.
La cuestión es que el sábado 10 de febrero la discusión terminó a los tiros.
Hay dos versiones sobre lo que sucedió ese día. Anabalón, quien alcanzó a declarar ante la justicia antes de morir, dijo que su pareja utilizó un arma con la cual le disparó en dos ocasiones: un balazo le pegó en el brazo y el otro en el abdomen.
La mujer, en cambio, dijo que quien estaba armado era Anabalón, que ella forcejeó con él para defenderse y en esa pelea se escaparon los disparos.
Mientras el herido permaneció internado en el hospital Castro Rendón, ella fue indagada como autora de tentativa de homicidio pero luego se le dictó falta de mérito y quedó en libertad. Una fuente aclaró que "no está en duda la autoría, lo que se puso en duda fue la calificación del hecho".
El 17 de febrero, Anabalón murió. Pero no está claro si fue como consecuencia directa del balazo en el abdomen o de una sepsis intrahospitalaria. El tiro, precisaron las fuentes, le había cruzado el intestino y afectado el
páncreas por lo que su estado siempre fue crítico.
El fallecimiento abre nuevos interrogantes. Por un lado hay que demostrar si se produjo como consecuencia del disparo o por una mala atención. Y además faltan pruebas para esclarecer si ocurrió como dijo Anabalón o como sostiene su ex concubina.
Entre diciembre, enero y febrero hubo 12 asesinatos en Neuquén. El caso Anabalón es el tercero que se atribuye a episodios de violencia familiar o, por lo menos, de problemas internos en una pareja.
En los otros dos casos hay policías involucrados, uno como presunto autor por disparar contra su esposa, y en el otro como víctima. Aunque ese episodio es considerado por la justicia como suicidio, pero la familia del fallecido pretende que se lo investigue como un crimen porque tienen dudas.