NEUQUEN (AN) - El fiscal de Estado neuquino, Raúl Gaitán, está decidido en permanecer en el cargo después del 10 de diciembre. Se transformará así en el primero que ocupa ese puesto y que no renuncia con el recambio institucional para dejarle el lugar libre al siguiente gobernador.

La Fiscalía de Estado es un organismo difícil de encuadrar porque no integra ninguno de los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), pero tampoco constituye uno en sí mismo. Y la designación de su titular precisa anuencia parlamentaria.

Quien ocupa este cargo debe -para decirlo en general- velar por los intereses del Estado y defenderlo en el caso de una demanda en su contra. Cobran, a cambio, parte de los honorarios de los juicios que el Estado gana (siguen percibiéndolos aun fuera del cargo, cuando se dicta sentencia).

La independencia de este cargo es vital para la transparencia de los actos de gobierno.

Con los pocos años que tiene la historia de Neuquén como provincia, no fue sino hasta 1987 que a un gobierno democrático le sucedió otro elegido por el voto: Pedro Salvatori asumía en reemplazo de Felipe Sapag.

Federico Rúa era el fiscal de Estado de Sapag, pero a poco de asumir Salvatori fue nombrado en el Tribunal Superior de Justicia y fue reemplazado por Gerardo Stella.

Jorge Sobisch asumió el 10 de diciembre de 1991 y se encontró con el camino libre para colocar a su propio fiscal de Estado: su abogado Horacio Angiorama.

Fiel a la tradición, a su regreso al gobierno, Felipe Sapag también tuvo la fiscalía de Estado vacante y nombró a Jorge Andión, destituido luego por "juri" y remplazado interinamente por Marcos Silva (el actual presidente de CALF), que era asesor general de Gobierno.

Cuando Sapag pretendió, en 1999, nombrar al peronista Roberto Natali en la fiscalía, con la idea de que su permanencia trascendiera el período constitucional, el sobischismo logró los votos en la Legislatura para evitarlo. Meses después, ya en el gobierno, Sobisch propuso como fiscal a Gaitán, que estuvo a punto de no ser ratificado por la Legislatura porque el oficialismo estaba en minoría. Una negociación con el PJ permitió que la designación fuera aprobada.

Contrariamente a lo que ocurrió hasta ahora y sea quien fuera el próximo gobernador, Gaitán ya tomó la decisión de permanecer en el cargo aunque reciba presiones para renunciar, según confió una fuente de la fiscalía.