El gobernador rionegrino, Miguel Saiz, no dio ningún indicio de acercamiento con el gremio docente y dijo ayer en Bariloche que la última propuesta salarial es lo máximo que puede ofrecer su gobierno sin comprometer la economía de la provincia.

También dijo que el paro realizado el lunes por la Unter fue "absolutamente ilegal" porque no hubo una notificación previa con el plazo que establece la ley.

"Se enojó cuando le recordaron que el gremio pide mejores remuneraciones que las ofrecidas hasta ahora y terminó preguntándole a una periodista cuánto ganaba por su trabajo, en un intento por desmentir que los docentes tengan bajos salarios.

¿Qué cabe esperar de la relación entre la Unter y el gobierno?

Dependerá de la actitud de ellos. Nosotros hemos adherido inmediatamente a la decisión del gobierno nacional de establecer un salario inicial de 1.040 pesos. Esta decisión significa para la provincia un gasto extra de 13 millones de pesos anuales, que sumado a la asimilación del salario familiar con los valores nacionales llegan casi a los 23 millones.

Los maestros dicen que no es suficiente...

Para pagar más habrá que tener la posibilidad económica y financiera de poder cumplirlo. Esto no es una bolsa o una caja del almacenero que uno saca, saca y saca.

En tanto, en Cipolletti la Unter dijo lo suyo ante el inicio del ciclo. "El 26 de febrero no era adecuado para nadie, pero sí para el gobierno de Río Negro que con este inicio por partes, anticipado, apretado, desorganizado y dividido entre inicial, primaria y media, pretendió evitar un paro docente unificado y promocionar un inicio normal, lleno de 'inversiones' y 'transformaciones', incluido un supuesto 'aumento' salarial que sólo existe en los anuncios mediáticos y engañosos del gobierno. Un armado pre electoral, claro y preciso que les permita seguir perpetuándose en el poder".

Este párrafo formaba parte de la nota que la Unter seccional Cipolletti distribuyó ayer en las escuelas de la ciudad, para que fuera leída en el inicio de la jornada escolar.

En el escrito no faltaron críticas por el hecho de que varias escuelas cipoleñas no podían empezar las clases "por no estar en condiciones edilicias para hacerlo, como ha ocurrido tantas veces cada año lectivo". (AB/AC)