CENTENARIO (ACE).- Casi 500 frutales quedaron marchitos y secos como consecuencia del escape de amoníaco que ocurrió el sábado por la noche en esta localidad. Ayer al cierre de esta edición estaba prevista en la municipalidad una reunión con representantes provinciales y municipales para abordar la problemática de la seguridad de la población ante la actividad de la industria frutera en Centenario. Aún es reciente en la memoria de los pobladores el fallecimiento de dos operarios de la Cooperativa La Flor quienes padecieron de lleno un escape de amoníaco, media docena de trabajadores con problemas respiratorios como consecuencia de ese incidente y el año pasado el desalojo de varias viviendas a la madrugada en el Casco Viejo de Centenario como consecuencia de otro escape en otro frigorífico céntrico.
El escape de amoníaco se produjo el sábado alrededor de las 21 del frigorífico Centenario cuando los trabajadores no estaban en el lugar. El establecimiento está a unos 300 metros del centro cívico de la localidad, al igual que otros galpones que se iniciaron en la actividad frutícola en los albores del desarrollo frutícola de Centenario. "Me bajé del auto porque venía del centro y antes de que pudiera ingresar a la casa, no podía respirar, me ardían los ojos y la garganta", dijo Rolando Fuentes, el dueño de la chacra.
Fuentes y su mujer, Clara Striga, viven en el predio lindero al frigorífico y fueron los que alertaron a la policía del escape. Esa noche trabajaron bomberos, policía y personal especializado del frigorífico. A consecuencia de la falta de viento, el gas se "estancó" en la chacra y en algunos sectores céntricos de Centenario, como las inmediaciones de la casa central del Banco Provincia Neuquén. "No nos animamos a salir, nos quedamos encerrados en la casa porque no sabíamos qué nos podía pasar", aseguraron los productores al tiempo que indicaron que la gran sorpresa la obtuvieron al día siguiente, "cuando salimos afuera y todo estaba todas las plantas marchitas", indicaron.
Se trata de unas 480 plantas de manzanas Chañar 28, Red Delicius y Granny Smith que quedaron con los frutos prácticamente a punto de ser cosechados, pero las hojas y las ramas de toda la plantación, estaban secas "como si hubieran tenido fuego".
"Ahora todo va a industria, aunque sea para salvar los gastos de cura y los trabajos que se hicieron en la chacra, pero lo que me preocupa es cual es la situación de la planta", aseguraron los chacareros.