FERNANDEZ ORO (AC).- Ahora fue en Fernández Oro, en la firma Kleppe. Veinte personas tuvieron que ser atendidas en el hospital de Cipolletti por haber inhalado los gases que emanaban del canal de descarte de fruta, que tenía agua con cloro.

El hecho revolucionó la mañana en la ciudad. Es que el primer dato que surgió era que se trataba de un escape de amoníaco del frigorífico de la firma, que está emplazado en plena zona urbana. Sin embargo, rápidamente se constató que el problema había ocurrido en el galpón de empaque, en las instalaciones que Kleppe tiene enfrente del sector de frío, y que no era amoníaco la sustancia que había ocasionado los mareos, náuseas y malestar en los empleados.

Agustín Argibay, director de la empresa, dijo que se trató de un "error" de quien debía colocar el cloro en el canal de descarte, que circula con agua. Comentó que habitualmente este producto se arroja durante la noche, cuando no hay gente, para que los gases ya no estén presentes cuando la máquina se pone en funcionamiento.

Pero ayer el responsable de esta tarea no colocó el cloro en horario nocturno sino durante la mañana. Por eso cuando la máquina se puso en marcha los vapores empezaron a generar gran malestar en los trabajadores que recién comenzaban en el turno, a las 6.

Las descomposturas, como ocurrió el viernes en la firma Zetone de Roca por un episodio similar, obligaron a asistir a los trabajadores en un centro de salud.

Unas 12 personas fueron trasladadas primero al hospital de Fernández Oro y desde allí derivadas al nosocomio de Cipolletti, porque en el centro local no había médico de guardia. A otros trabajadores los llevaron en vehículos particulares hasta Cipolletti.

Argibay dijo que en total fueron 20 los empleados que debieron ser asistidos, la mayoría mujeres. "Ninguno fue de gravedad", aseguró. En el transcurso de la mañana muchos de ellos ya habían sido dados de alta.

El incidente ocurrió en el sector de clasificación, donde se encuentra el canal de descarte, que se usa con agua con cloro y permite que la fruta flote y circule.

En el turno mañana, que fue suspendido tras este inconveniente, había unas 70 personas trabajando.

Kleppe hace apenas unos 15 días que está operando en Fernández Oro en las ex instalaciones de la firma Santarelli, ubicadas en Nueve de Julio y Brentana. "Estamos aún en el proceso de puesta en marcha", reconoció Argibay.

Como el galpón está en medio de la ciudad, el hecho de que se tratara de un presunto escape de amoníaco generó temor. Significaba que además de los trabajadores iban a tener que ser evacuados probablemente algunos vecinos, pero no fue así. Los gases sólo afectaron a los empleados que estaban en el sector de clasificación del galpón. En el exterior no se sentía nada de olor.

Argibay descartó que se haya colocado una dosis superior de cloro, como también indicaron algunas versiones. Reiteró que sólo se trató de "un error" en el momento en que se puso este químico en el agua.

El viernes más de 25 trabajadores del establecimiento frutícola Zetone, de Roca, tuvieron que ser trasladados a un sanatorio por inhalar cloro.