BAGDAD (AFP/AP) - Los rebeldes que actúan en Irak y, en particular, una célula de Al Qaeda que estaría desplegada en el país, han desarrollado nuevas tácticas, concentradas en ataques contra helicópteros y en el uso de bombas de cloro, según las fuerzas de Estados Unidos.
El ataque con camiones que transportaban cloro, evocó imágenes escalofriantes de la guerra química en la Primera Guerra Mundial. y también sembraron temores en torno a que los insurgentes en Irak posean el conocimiento y la flexibilidad para adoptar armas químicas en una guerra cada vez más mortal y caótica.
El general Raymond Odierno, número dos de las fuerzas estadounidenses en Irak, confirmó ayer el descubrimiento de bombonas de cloro en un taller para la fabricación de coches bomba situado en la ciudad de Falluja (oeste de Bagdad).
El hallazgo se produjo luego de que los insurgentes hicieran estallar dos camiones cisterna llenos de cloro en cruentos ataques perpetrados los pasados martes y miércoles, que emitieron gases nocivos entre la población.
Seis personas murieron en el primer atentado, mientras que el segundo ataque dejó dos víctimas fatales. Entre el centenar de heridos, al menos siete sucumbieron a la inhalación de vapores de cloro, informaron fuentes del hospital Kadimiyah. "Es la primera vez que tenemos este tipo de envenenamiento", declaró el director del centro asistencial, Qais Abdelwahab. "La explosión genera una especie de llovizna que se expande rápidamente por el aire y afecta las vías respiratorias, provocando
dificultades para respirar y una tos aguda", explicó. El portavoz militar estadounidense en Bagdad, William Caldwell, calificó el uso de componentes químicos en los explosivos como un "intento verdaderamente cruel de elevar el nivel de terror" en Irak.
Odierno dio a conocer, además, tras la caída de un helicóptero Blackhawk en el norte de Bagdad, posiblemente a causa de disparos enemigos, que los insurgentes "trataban desde hacía mucho tiempo" atacar aparatos aéreos y que ahora empezaban a lograrlo.