(NEUQUEN) AN.- Cuando Abel Calzetta habla de "subir y bajar", lo hace con un sólo significado. No se refiere a cambios de estados de ánimo ni a una lucha constante por mantenerse a flote. En su proceso personal, ese que lo llevó a grabar su nuevo trabajo, la explicación llega de la mano de los cambios y de lo que a cada quien le toca durante un proceso de crecimiento. "Sísifo" es así su reflejo, el resultado de un proceso que comenzó hace un par de años, cuando se mudó a San Martín de los Andes desde Buenos Aires y encontró su lugar en el mundo.

Calzetta comenzará hoy su gira por la región. Después de la medianoche estará en el pub de Don Bosco y Villegas, en Roca; mientras que mañana desde las 23 en La Curtiembre, en Neuquén. La capital neuquina también podrá disfrutar del espectáculo el domingo, en un show al aire libre que comenzará a las 21.30 frente a la Catedral.

Abel Calzetta Trío está compuesto por el propio Calzetta (guitarra), Esteban Tereschuk (bajo) y Javier Martínez (batería). El grupo se presentará en Neuquén como escala previa a la gira internacional que, en mayo, lo llevará con su música hacia España.

"Siento que con cada disco la música se hace más llevadera y le presto más atención a lo que me pide, y no tanto a lo que le pido yo. Creo que eso es lo que he ido cambiando en el tiempo y voy aprendiendo de a poco", dice Calzetta respecto de su evolución como músico, ya con cuatro trabajos grabados en estudio.

El último disco del músico llega luego de una evolución que comenzó luego de grabar "Escultores del Arte" en 2000. "Es un disco más tranquilo. Lo grabamos con la banda completa y eso le cambió la onda, con un aire muy cercano al vivo, que era lo que yo quería", comenta para explicar que se evitó grabar por separado y sobre las pistas que luego, en el trabajo de edición, se unen para sonar en conjunto. "Sísifo" es así un híbrido entre los discos de estudio y las grabaciones en vivo, con la perfección de los primeros, pero con la magia y la espontaneidad de los segundos.

Sacado de los mitos griegos, Sísifo es un personaje que, condenado en el infierno, fue obligado a empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada, pero antes de que alcanzase la cima de la colina, la piedra siempre rodaba hacia abajo. Así, Sísifo tenía que empezar nuevamente desde el principio. Calzetta tomó esta representación para su música. O mejor dicho, la música lo encontró en un momento de cambios, que entiende como el subir y bajar detrás de la piedra.

"Lo que componés es un poco lo que sos. A veces hablás de cosas, otras, simplemente es sonido. No entiendo lo de la piedra por el esfuerzo, sino por los cambios, por el subir y bajar, algo muy representativo del momento en que se grabó el disco", comenta.

Con toques de jazz y funk, la guitarra, el bajo y la batería original se articularon perfectamente los con músicos invitados que aportaron su toque personal a "Sísifo".

Calzetta llegó a San Martín de los Andes hace siete años y el aire cordillerano lo envolvió e influyó por completo. "Ya me siento del lugar y, como tocar en vivo es la relación del músico con el público, la cercanía se siente", concluye el músico, en plena etapa de cambios y crecimiento.