Aunque la tomografía existe desde hace décadas, no se había aplicado antes al angiograma por el problema del movimiento del tórax debido a la respiración. El movimiento hacía que las imágenes no pudieran ser muy precisas. Las imágenes borrosas podían dar un falso resultado positivo, indicando una obstrucción donde no la hay.

Eso se resolvió al desarrollarse la tomografía de 64 cortes por segundo, cuando en la tomografía común eran 16. Los cortes o imágenes dan la precisión de un cateterismo o angiografía.

Varias compañías de tecnología fabrican este tipo de máquinas, incluyendo General Electric, Siemens y Toshiba, entre otras. Su calidad se evalúa en tanto sean capaces de tomar imágenes de la resolución más alta posible con las dosis más bajas posibles de sustancia de contraste.

"Son imágenes bien precisas, aún las de las pequeñas ramificaciones de las arterias principales, las cuales se pueden ver con nitidez", dice Crespo, quien además asegura