BUENOS AIRES (Télam).- Una jubilada italiana, de 80 años, murió por un shock emocional luego de ser asaltada en su casa de la localidad bonaerense de Quilmes por delincuentes que la golpearon en el rostro y le robaron 500 pesos y alhajas, informaron ayer fuentes policiales.

Las pericias indicaron que la muerte de la anciana, ocurrida un día después del robo, se debió al estrés que vivió la mujer durante el asalto, lo que la convirtió en la cuarta víctima que muere del susto durante un asalto en lo que va del año en territorio bonaerense.

Fuentes policiales informaron que el hecho se produjo el domingo a las 18 en una vivienda ubicada en República del Líbano al 1.200 de Quilmes, donde residía la víctima, identificada como Natalia Coporarello.

La jubilada estaba sola en la casa cuando dos hombres tocaron a su puerta con el ardid de que tenían que entregarle una suma de dinero para uno de sus yernos, dijeron los voceros.

Según las fuentes, cuando la mujer abrió, los hombres irrumpieron en el interior de la casa y la amenazaron y golpearon para robarle. Tras apoderarse de aproximadamente 500 pesos en efectivo y joyas, los asaltantes escaparon del lugar en un automóvil de color negro, indicaron los informantes.

Efectivos de la seccional local y familiares y vecinos de la mujer llegaron luego al lugar y comprobaron que la víctima presentaba lesiones en el rostro, por lo que la trasladaron a una clínica de la zona donde quedó internada.

Sin embargo, un día después del robo, la anciana murió "como consecuencia de un shock emocional producto del estrés vivido en el hecho", precisó una fuente de la pesquisa.

La muerte de la jubilada es investigada por el fiscal Adolfo Aversa, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 17 del Departamento Judicial Quilmes.

La deceso de la víctima es el cuarto caso en que una persona anciana muere del susto luego de un asalto en lo que va de este año en la provincia de Buenos Aires.

El primero ocurrió el 28 de enero último en Morón donde un anciano de 80 años murió de un infarto luego de ser golpeado en el rostro por un delincuente que lo asaltó cuando salía a realizar compras. Otro antecedente fue al día siguiente en la ciudad bonaerense de Junín, donde otro anciano, Miguel Coria, de 74 años y "patriarca" de la comunidad gitana local murió de un pico de presión luego de ser asaltado en su casa. El fiscal de Junín caratuló el hecho como un robo calificado y no le imputó la muerte de Coria a los ladrones, razón por la cual luego del episodio se realizó una marcha gitana.