SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- Los hermanos Adrogué tienen por delante la posibilidad de renovar la concesión por 20 años en la montaña, para lo cual están haciendo las inversiones exigidas en su momento a la empresa que estaba en cabeza de la familia Capozzolo.
Pero el mismísimo contrato vigente es es en sí un objeto de negociación, pues desde hace años viene siendo sometido a enmiendas y cambios.
¿En qué punto está el análisis del contrato, con vistas a la renovación del vínculo con la provincia?
Estamos trabajando, nos lleva tiempo e inteligencia. Estaba muy enmarañado. La idea es dar prolijidad y claridad a todo eso y arrancar de nuevo, aunque no será otro contrato porque las enmiendas que se hicieron en el tiempo eran las necesarias. El contrato no era malo, lo que ocurre es que no se cumplió como debería.
¿Pero qué pasa con aquellos temas que afectan a la concesión pero no están en el contrato original: la relación con comunidades mapuches o las cuestiones ambientales bajo jurisdicción del municipio, por ejemplo?
Es cierto... yo veo más complejas las cuestiones aleatorias al contrato, que las inversiones que tenemos que hacer y están exigidas en él. Son temas complicados. Pero creemos que con claridad, con transparencia y con la voluntad necesaria, las cosas se irán solucionando.
¿Quién se encargará del canon que el gobierno prometió a las comunidades por el uso de sus tierras? (La oferta oficial a las familias Vera y Curruhuinca sigue pendiente de respuesta).
Nosotros tendremos que pagar un canon y la provincia dirá a quién se lo va a dar y en qué forma; pero nosotros nos ocuparemos desde el momento en que renovemos el vínculo, lo anterior (las comunidades reclaman también un pago por el uso histórico del cerro) es algo que deberá resolver la provincia.