Más allá del batacazo que dio al vencer a José Acasuso, la particularidad de Sergio Roitman es la de atravesar el mejor momento de su campaña a los 27 años (16/ 5 /79), una edad que en la era del tenis actual se considera un tanto tardía como para escalar al primer nivel competitivo.

"Vengo trabajando muy duro desde los 19 años, pero por distintas circunstancias los resultados no se dieron antes. Nunca bajé los brazos y quienes estaban al lado mío no dejaron de apoyarme. Es un poco el premio al esfuerzo", respondió Roitman en la conferencia de prensa.

La de antenoche fue para Roitman una noche mágica. "Desde chico miraba el court central del Buenos Aires, soñaba jugar y tener un triunfo como este, 'Chucho' para mi uno de los mejores jugadores del planeta sobre tierra", expresó el porteño ahora conducido por Gustavo Luza y que no tuvo el apoyo de un Coria o Nalbandian cuestión que el mismo Roitman explica con un humilde "tampoco fui un dotado de junior".

Quienes siguen el circuito no se sorprenden con el nivel de Roitman, pero para el gran público puede tratarse de la primera aparición como ocurrió con Juan Monaco en este mismo torneo hace tres años, aunque el tandilense estaba haciendo sus primeras armas en el tour profesional.

En el ranking de la ATP Roitman, quien hoy enfrenta a Diego Harfield, figura 78, un lugar que seguro superará.

Contra Acasuso no perdió un solo game de saque (fue 7-6 y 6-1). ¿Es ese un punto fuerte de su juego? lo consultó "Río Negro". "La meta tal vez no sea sacar tan duro como para ganar puntos gratis, sino armar jugadas ya que me siento muy bien jugando desde la base", señaló . Le apodan "Escopeta", por allí hay que buscar para sintetizar la clave de su tenis.

CLAUDIO RAVINI