JUAN IGNACIO PEREYRA
Dos entrenamientos fueron suficientes para convencer a Miguel Angel Russo. El entrenador de Boca no dudó: le quitó la titularidad a Guillermo Barros Schelotto y se la entregó a Ever Banega, quien tuvo su estreno con una actuación destacada ante Banfield, en la primera fecha del Clausura.
Cuando parecía que se iba a adueñar del puesto, llegó Juan Román Riquelme y el más joven del equipo tuvo que dejar su lugar, lo que coincidió con la producción más baja de Boca en los partidos oficiales de este año.
Ahora, ante las suspensiones de Ledesma y Orteman, el rosarino de 18 años tendrá una nueva oportunidad de jugar desde el arranque ante Independiente.
"Existe la posibilidad de jugar y eso es lindo. Voy a seguir haciendo las cosas como las vengo haciendo, porque fue lo que me dio resultados para llegar hasta este presente", le dijo ayer a "Río Negro", tras el entrenamiento matutino.
Mientras los hinchas y el grueso de la prensa aguardaban la salida de Riquelme, Banega salió con el paso lento y la mirada tímida al suelo. "Che, Ever, jugá bien el sábado, eh", le gritó un chico que pasaba por Casa Amarilla. El volante sonrío y fue a saludar a cinco jugadores de reserva de
los que era compañero hasta que, hace un mes, fue figura del seleccionado Sub 20.
"Me hago muchas ilusiones con jugar. Pero tengo que estar tranquilo y saber esperar la oportunidad", comenta Banega, quien dejó la pensión y se mudó con su familia.
¿Ya te imaginás jugando al lado de Riquelme?
Disfruto viendo jugar a Román, ya sea en los partidos como en los entrenamientos. Cada vez me sorprendo más cuando lo veo hacer las cosas que hace. Es un jugador distinto y eso se nota. Seguro que le va dar mucho a Boca.
No vas a jugar tan suelto como en tu debut sino que vas a acompañar a Battaglia en la contención...
Lo que tenga que hacer para jugar va a estar bien. Me siento cómodo tanto por derecha como por el medio. Quiero estar adentro de la cancha, no importa en qué sector. Este año quiero seguir sumando experiencia.
Una de las cosas que te elogian es la facilidad para manejar la pelota con las dos piernas. ¿Es innato o es algo que trabajaste?
Eso se lo debo a mi viejo (Daniel, jugó en Central Córdoba). Me insistía para que pase horas practicando pegarle con las dos piernas y ahora se lo tengo que agradecer, porque eso me da la ventaja de resolver las jugadas con mayor velocidad.