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La violencia no da tregua en Irak | ||
BAGDAD (AFP) - Por lo menos 43 personas murieron ayer en diversos atentados en Irak, según las informaciones suministradas por fuentes de seguridad, lo que volvió a plantear un signo de interrogación en torno al plan de seguridad implementado desde el 14 de febrero en la capital iraquí. En Bagdad, dos artefactos artesanales estallaron a primeras horas de la mañana en un sector de mayoría chiíta, Karrada, en la orilla oriental del río Tigris, matando a 11 personas. El primer artefacto, colocado en un autobús, mató a cinco individuos e hirió a por lo menos 11, señaló la misma fuente. Otra bomba artesanal explotó en el barrio de Zaafaraniyá (sudeste, también situado en el sector de Karrada), al paso de una patrulla policial, matando a tres policías y tres civiles, declararon a la AFP fuentes de la seguridad. En ese mismo ataque, al menos 40 personas fueron heridas, indicó esta fuente. Por la tarde, otras 14 personas perdieron la vida por disparos de obuses de mortero contra Abu Chir, una localidad que se encuentra en las afueras de la capital, al sur, mayoritariamente chiíta y vecina de un barrio sunnita. Casi todas las víctimas eran mujeres y niños, según una fuente del ministerio de Defensa. En Ramaadi, la capital de la provincia rebelde sunnita de Al Anbar (oeste), la explosión de dos coches bomba también mató a 11 personas, según fuentes de seguridad. El atentado fue dirigido contra la vivienda de un jefe tribal sunnita opuesto a Al Qaeda, Abdel Sattar Abu Risha, según uno de sus allegados, el jeque Hamid al Haies. La muerte violenta de otras diez personas en distintos puntos de Irak también fue reportada este lunes. El ejército estadounidense informó del fallecimiento de seis de sus efectivos, desde el sábado, en la provincia de Al-Anbar. Dos de ellos murieron el lunes en un ataque con coche bomba, dirigido contra un puesto de avanzada a unos 70 km al norte de Bagdad. La violencia en la capital iraquí parecía haber disminuido luego de la implementación, el 14 de febrero, de un plan de seguridad de las fuerzas iraquíes y estadounidenses. Incluso, locales comerciales que cerraron sus puertas como medida cautelar, habían vuelto a funcionar. El primer ministro chiíta, Nuri al-Maliki, había calificado los primeros resultados del plan como "brillantes". | ||
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