ROCA (AR).- Los padres de Norberto Lafuente, el joven de 21 años que murió cinco días después de sufrir graves quemaduras en la celda de la subcomisaría 66 en Mainqué, presentaron una denuncia en la Justicia donde manifestaron sus dudas sobre el incendio y el desempeño de la policía en el hecho que terminó con la vida de su hijo y del otro joven detenido junto a él.

Juan Lafuente contó que su hijo fue demorado como sospechoso de un robo junto a Esteban Pacheco el jueves 9 a las 21 y alojados en un calabozo de unidad policial.

Lafuente indicó que esa misma noche, cerca de las 23, le avisaron que su hijo estaba internado en terapia intensiva en el hospital de Regina a raíz de las lesiones que sufrió cuando prendieron fuego unas colchonetas del calabozo.

Según dijeron, en un principio el subcomisario Mario Colil les habría dicho que sólo se trataba de "una chamuscada". Sin embargo, una semana después fallecieron ambos jóvenes con más del 90% de sus cuerpos quemados.

Las dudas del padre del joven Lafuente, que no tendría antecedentes, se iniciaron a raíz del grave estado que presentaba su hijo y comentarios de varias personas, entre ellas del médico que lo atendió, quién según dijeron, les expresó que "una persona no se quema así sólo".

"Mi hijo no tenía piel. Tenía el torso y la espalda quemada y las manos sin piel ni carne", manifestó al borde de las lágrimas.

Lafuente explicó que en la celda de seis metros cuadrados y con puerta de madera- sólo había dos colchonetas muy finitas que no podrían generar tanto fuego como para herir así a los dos jóvenes, por lo que entre los vecinos se especula que fueron rociados con algo.

El padre también tenia dudas de por qué se tardó tanto en socorrer a los detenido cuando la comisaría es muy pequeña, y según el dueño de una gomería que comparte el fondo con la unidad policial, los gritos de auxilio se sintieron durante varios minutos.

Lafuente contó que cuando volvió a hablar con el gomero, a los cinco días del incendio, éste le habría dicho, "no se si me vas a perdonar pero la policía estuvo acá y yo no puedo hablar". Para completar el panorama, otros jóvenes que realizaron unas pintadas en la plaza durante una marcha de repudio por las muertes, también aseguraron haber recibido amenazas de la policía.