Como comentamos antes, los dispositivos que más interesa overclockear son el procesador, la memoria RAM y la placa de video. Para los primeros dos casos podemos trabajar con los multiplicadores, lo cual implicará overclockear los componentes de manera individual, que es lo ideal. Sin embargo, la mayoría de los procesadores tienen el multiplicador bloqueado, es decir que la única forma de overclockearlos es variando la frecuencia base (el FSB). Por otra parte, la memoria RAM tiene muy pocos divisores de frecuencia, lo cual no nos permite ir gradualmente. Así es que la forma más factible de overclockear es cambiando el FSB.

Por el lado de la tarjeta de video, la frecuencia de trabajo del procesador gráfico (GPU) es independiente del de la memoria RAM de video. Por lo tanto, con una serie de programitas la configuración será tan fácil como mover unas barras de desplazamiento y ver hasta dónde llegan estos valores sin presentar errores en pantalla.

Empezaremos hablando acerca del overclock del procesador y la memoria, que es lo que más interesa en la mayoría de los casos. Existe una serie de programas para overclocking bajo Windows, de los cuales podemos destacar dos: ClockGen (www.cpuid.org/clockgen) y SysTool (www.techpowerup.com/systool).

ClockGen es el más sencillo de los dos, y está dedicado exclusivamente al overclock de FSB. En su pantalla principal tenemos tres botones: Clocks, PLL Control y PLL Setup. El primero sirve para observar la frecuencia actual de trabajo del procesador (CPU), chipset (FSB) y la memoria (RAM). En el segundo podremos ajustar, con intervalos muy pequeños, la frecuencia del FSB, y se nos informa con qué valor quedarán los otros componentes a la hora de realizar el overclock.

El tercero sirve para configurar el programa. Allí debemos colocar qué generador de clock tiene nuestra PC. El generador de clock es un chip que se encarga, justamente, de entregar las señales de reloj a los diferentes

dispositivos, entre los cuales está el chipset. A veces, el programa detecta automáticamente cuál tenemos; si no es así, podemos ir probando con cada uno de los modelos listados y seleccionando Read Clocks; entonces, observamos la ventana de Clocks y verificamos que esté dando los valores correctos. Si no es así, probamos con otro modelo, y si lo es, nos quedamos con ése.

En cuanto a SysTool, se trata de un programa mucho más completo, que permite no sólo realizar overclocking del procesador (entrando en su menú CPU Overclocking), sino también de la tarjeta de video y el ajuste de las latencias de la memoria RAM. También posee un monitor ("Hardware Monitoring") en el cual podemos observar el estado de varios dispositivos, incluyendo la temperatura del procesador, el chipset y la placa de video. Para el overclocking, el procedimiento es similar: vamos a la solapa correspondiente, probamos con diferentes generadores de clock y hacemos clic en Read. Cuando encontramos el que nos da el valor que corresponde a nuestro equipo, procedemos a overclockear el FSB moviendo la barra de desplazamiento y haciendo clic en Write.

En cuanto a hasta dónde llegar, lo recomendable es ir probando en intervalos de 5 MHz y viendo qué tal se comporta. Podemos probar la estabilidad de la PC realizando algún benchmark como Súper PI en 2 millones de dígitos (www.xtremesystems.com/pi/super_pi_mod1.5.zip) y ver si no falla en el test. Esto no da garantía, pero sirve como aproximación. Si notamos que al 10 o 15% de overclock comienza a fallar, no nos olvidemos de bajar el divisor de la memoria (y el multiplicador del HT, si tenemos un Athlon 64 o Sempron de nueva generación) para ver hasta dónde llegar sin problemas. De todos modos, con un 15% deberíamos estar contentos, ya que ahorramos varios dólares.

Overclocking de placas de video

Si somos fanáticos de los juegos, el overclocking del procesador y de la memoria puede ser beneficioso, pero hasta un cierto punto, ya que lo que más afecta el rendimiento es la tarjeta de video. Por lo tanto, al realizar overclocking de la placa de video podremos notar buenas diferencias en los juegos de última generación.

Como ya hemos comentado, los parámetros que se pueden configurar son la frecuencia del procesador gráfico y la frecuencia de la memoria RAM. Entre estos dos, el que suele dar mejores resultados es el segundo, aunque eso no quita que se puedan apreciar diferencias al variar el primero. Una vez más, los valores de overclock esperables para la mayoría de las placas de video son de 10 o 15%, aunque en ciertos casos se puede overclockear aún más sin tener problemas (nunca nos olvidemos de monitorear la temperatura, aunque sea al tacto con el disipador).

El programa que consideramos más completo para realizar overclocking de tarjetas de video es ATITool (www.techpowerup.com/atitool). Si bien su nombre indica que fue concebido originalmente para tarjetas ATI, desde su versión 0.25 Beta funciona también con placas NVIDIA.

Su modo de uso es realmente muy sencillo: abrimos el programa y variamos la frecuencia de trabajo del procesador (Core) y de la memoria (Memory). Algunas placas de video tienen distintos valores para 2D, 3D Low Power y 3D Performance; la que nos interesa variar es esta última, ya que es la que se usará en juegos. Es conveniente hacer clic en Show 3D View, para que se abra una ventana de prueba que nos permitirá ver, en tiempo real, si no hay errores en pantalla (artifacts) al realizar overclock.

Otras opciones interesantes de este programa son Find Max Core y Find Max Mem, que nos permiten buscar, de manera automática, el mejor valor de procesador y memoria. De esta forma, podríamos dejar a la PC toda la noche buscando su mejor valor; a la mañana siguiente, lo anotamos, y en la posteridad siempre configuramos las frecuencias en ese valor. Nótese también que este programa tiene un monitor de temperatura que resulta muy útil; sin embargo, hay que destacar que no todas las tarjetas de video tienen un sensor, y por lo tanto no se puede observar la temperatura.

Por cierto, una última aclaración tenemos que hacer para aquellos que tengan placas de video integradas en el motherboard: el overclocking de estas placas por esta vía se complica, ya que usan memoria RAM principal del sistema para funcionar. Así que, en esos casos, habrá que intentar mejorar el rendimiento de la memoria (cambiando su divisor o mejorando las latencias) para optimizar la placa de video.