ROCA (AR).- En medio del dolor y la desazón ante la tragedia ocurrida el sábado, donde perdió la vida un joven de 19 años al caerse de unos cinco metros de altura, Ricardo Barnes su padre denunció una falta de seguridad en las tareas que desempeñaba el obrero a la vez que analiza iniciar acciones judiciales para establecer las causas y responsables del hecho. Desde el establecimiento Humberto Canale deslindaron responsabilidades en el hecho, aduciendo que se contrató a una firma dedicada al mantenimiento de edificios, y que no existía relación directa con los trabajadores.

"Todavía no decidimos presentar una acción judicial y lo vamos a evaluar con un abogado", indicó en medio de la consternación Barnes, luego de haber sepultado a Eliecer el domingo a la tarde.

Además, señaló que el joven trabajaba en una contratista a cargo de Daniel Taina, donde empezó realizando tareas de soldadura acorde a su especialización, para luego dedicarse a otras tareas.

Las instancias previas a la acción que se desencadenó esa tarde, comenzaron hace una semana y media cuando desde Canale se contrataron los servicios para acondicionar la estructura del techo de un depósito. Tras el aval del presupuesto presentado por Taina, según detalló Juan Garabito referente de la firma vitivinícola, los tres operarios empezaron a trabajar en el establecimiento ubicado en J.J. Gómez. "Nosotros desconocíamos que tenían al personal en esas condiciones, aunque parece que el único que estaba en negro era este muchacho", manifestó Garabito.

Es que, de acuerdo a su versión y a la de Barnes, no todos los operarios estarían trabajando en condiciones regulares, con los aportes previsionales correspondientes y el seguro que se exige en toda labor. "Mi hijo estaba en negro y trabajaba sin las medidas mínimas de seguridad", denunció el joven padre.

"No tenía elementos de seguridad ni un casco y estaba subido a unos bines ubicados a más de cinco metros de altura", añadió.

Al momento de la tragedia, cerca de las 15:30 del sábado, Eliecer se encontraba arriba de una pila de bines de fruta dispuestos sobre un montacargas, mientras recubría con poliuretano el techo de uno de los galpones. Un mal movimiento habría hecho tambalear la estructura que soportaba su peso, lo que derivó en el trágico desenlace.

"La plata que nos puedan pagar no nos va a devolver la vida de nuestro hijo, lo único que nos interesa es que no se repita esto y que los trabajadores tomen conciencia de los riesgos a los que se someten cuando están en negro", expresó Barnes.