OSLO (AFP).- Hoy empieza en Oslo un nuevo juicio a cinco noruegos por el robo del famoso "Grito", del pintor Edvard Munch, que desapareció en 2004 y fue encontrado el año pasado en misteriosas circunstancias.
Tres de los acusados que fueron condenados en primera instancia recurrieron y otros dos que fueron absueltos vuelven a comparecer a demanda de la acusación.
"El Grito" y "La Madonna", otra obra maestra del pintor noruego (1863-1944) fueron robadas a plena luz del día el 22 de agosto de 2004 en el museo Munch de Oslo por dos hombres armados y encapuchados que huyeron en un vehículo robado que conducía un tercer individuo.
Ambos cuadros, cuyo valor combinado se acercaría a los 75 millones de euros, fueron encontrados en bastante buen estado el 31 de agosto en circunstancias aún no aclaradas. Entre los acusados está Petter Tharaldsen, conductor del coche en el que huyeron los ladrones, que fue condenado en primera instancia a ocho años de cárcel, la mayor pena por el robo.
El presunto organizador de los hechos, Bjoern Hoen, fue condenado a siete años y Petter Rosenvinge, que facilitó el vehículo, a cuatro años de prisión. Además, Tharaldsen y Hoen fueron condenados a una multa de 750 millones de coronas noruegas (93 millones de euros) a la ciudad de Oslo, propietaria de los cuadros. Otras dos personas absueltas en primera instancia volverán a ser juzgadas: Stian Skjold, acusado de ser uno de los dos ladrones fue entraron en el museo, y Thomas Nataas, que al parecer guardó ambos cuadros.
Las preguntas sobre los móviles del robo, la identidad de los verdaderos instigadores y sobre las circunstancias que permitieron a la policía encontrar las obras de Munch están rodeados de misterio. En noviembre, la policía noruega dijo estar casi segura de que había identificado al segundo hombre que cometió el ataque. Pero éste murió el 3 de noviembre por una sobredosis de heroína, nunca fue inculpado y su nombre nunca fue revelado.
Durante el primer juicio, la acusación afirmó que el robo fue en realidad una maniobra de diversión de una banda de malhechores que acababa de perpetrar un atraco en Stavanger, donde murió un policía. El jefe de la banda, David Toska, ordenó al parecer el robo de los cuadros para entretener a la policía. "Es posible que David Toska diera la orden del robo, pero no tenemos pruebas suficientes para inculparlo", declaró a la AFP el fiscal Morten Hojem Ervik. "La investigación no ha terminado, pero nos concentramos en los sospechosos" que serán juzgados a partir de hoy, declaró a la AFP el número dos de la brigada noruega anti-robos, Oeyvind Nordgaren.