CIPOLLETTI (AC).- Los representantes de los alumnos en el Consejo Directivo de la Escuela de Medicina desmintieron que el cuerpo haya tomado la decisión de no reabrir las inscripciones en febrero porque el tema "nunca se trató".

Adelantaron que solicitarán explicaciones por la situación y presentarán un pedido para que se puedan inscribir nuevos estudiantes como en el resto de las unidades académicas.

Es más, aseguraron que la primera sesión ordinaria del año estaba prevista para el pasado miércoles pero fue postergada hasta la próxima semana. "El lunes se tomó la decisión de suspender la reunión y el martes el boletín de prensa de la universidad informó que Medicina no reabría las inscripciones en el período febrero-marzo", deslizó ayer el consejero directivo estudiantil, Mauro Rodríguez.

El representante de los alumnos consideró que "no hay motivos valederos" para que no se puedan anotar nuevos estudiantes y que "es responsabilidad de las autoridades" conseguir los fondos necesarios para la ampliación de los edificios de Medicina.

Rodríguez realizó estas aclaraciones luego de que el director de la Escuela, Edgardo Fernández asegurara que la decisión de no reabrir las inscripciones tenía que ver con la gran cantidad de alumnos que se anotaron en diciembre y por "los graves problemas de espacio" que tiene la unidad académica.

Pero para el consejero estudiantil, la medida "tiene que ver con una cuestión ideológica". Justificó su visión al asegurar que "antes, con un examen eliminatorio, se pretendía que no ingresaran más de 120 alumnos por año. Ahora tenemos un tiempo acotado para la inscripción".

Aseguró que esta decisión los tomó por sorpresa porque "pensamos que el calendario académico de Medicina iba a ser igual que el del resto de las unidades académicas". Reiteró sus críticas a las autoridades de la universidad porque "cuando se liberó el ingreso -dijo- prometieron fondos para la Escuela" y "todavía estamos viviendo de las migajas que nos entrega el rectorado".

El ingreso a Medicina fue liberado el año pasado. Durante casi 10 años los aspirantes debían rendir un examen de ingreso que era eliminatorio. Luego de las modificaciones, en 2006, se inscribieron 794 estudiantes. Según los datos que manejan las autoridades, en la actualidad hay cerca de 1.700 alumnos. El problema más importante que tuvieron el año pasado fue la falta de aulas.

Se dictaron clases en lugares cedidos por el hospital de Cipolletti, la Facultad de Ciencias de la Educación y la administración central de la UNC.