MEXICO (AP) _ Las poderosas bandas de narcotraficantes aún controlan partes de México, pese a un operativo federal casi a nivel nacional con el fin de reasumir el control del país, informó ayer uno de los máximos funcionarios de seguridad del gobierno mexicano.

En una entrevista con agencias, Roberto Campa expresó que el operativo había tenido éxito en retomar algunos bastiones clave, incluyendo el estado de Michoacán, en el occidente.

Pero reconoció que muchas partes del país aún se hallaban fuera del alcance de agentes federales y locales. Campa, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Seguridad Pública, expresó que los narcotraficantes controlan todos los aspectos de la vida en muchas ciudades, desde la fuerza policial hasta qué nego

cios pueden funcionar. Se rehusó a nombrar ciudades o regiones específicas.

"Hay lugares donde los narcotraficantes han suplantado a la autoridad'', expresó, añadiendo: "El primer objetivo de los operativos es recuperar el territorio nacional.''

En el 2005, el jefe de policía en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, al otro lado de la frontera de Laredo, Texas, fue muerto a tiros horas después de haber entrado en funciones y la mitad de la fuerza policial de 700 agentes fue despedida por presuntos lazos con narcos. Desde que asumió su cargo el 1 de diciembre, el presidente Felipe Calderón ha lanzado una activa ofensiva federal enfocada a socavar el creciente tráfico de drogas. Ha enviado efectivos militares a Tijuana, Acapulco y Michoacán, todos ellos en un afán por expulsar a los traficantes y destruir plantíos ilegales. Pero el operativo en gran medida ha pasado de largo por los máximos bastiones de los dos principales cárteles de la droga en México, el primero ubicado a lo largo de la frontera con Texas, territorio del Cártel del Golfo, y el segundo en el estado de Sinaloa, al noroeste.