MADRID (DPA) - En la primera jornada del juicio por los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, el presunto ideólogo de la peor matanza terrorista sufrida hasta ahora en Europa, el egipcio Rabei Osman El Sayed, negó ayer cualquier implicación en los hechos.

"No tuve ninguna relación con los acontecimientos que ocurrieron en Madrid y nunca he inducido a ninguna persona ni a ningún grupo a cometer alguna acción terrorista", aseguró El Sayed, el primero de los 29 acusados en declarar en este macrojuicio, presidido por el magistrado Javier Gómez Bermúdez.

El Sayed incluso llegó a condenar la masacre. Las diez bombas que aquel día estallaron en cuatro trenes de cercanías en la capital española causaron 191 muertos y más de 1.800 heridos.

El acusado, para quien la fiscalía pide casi 39.000 años de prisión, negó asimismo cualquier relación con la red Al Qaeda u algún otro grupo terrorista.

Si bien se declaró un creyente musulmán, afirmó que practica el islam de forma moderada, no extrema. "El Islam es una religión de paz", dijo a preguntas de su abogado, Endika Zulueta.

En este sentido, El Sayed, mejor conocido como "Mohamed el Egipcio" y considerado por la fiscalía el principal ideólogo de la masacre, manifestó que se sometió voluntariamente a pruebas de ADN en España y en Italia,

donde fue detenido en junio de 2004, y no se pudo demostrar su presencia en ninguno de los escenarios del 11-M.

Asimismo, negó ser un experto en bombas, como sostiene el Ministerio Público, si bien admitió que durante el servicio militar en Egipto estuvo destinado en una brigada de explosivos, aunque realizando labores administrativas. En la sesión de la mañana, El Sayed se había negado a contestar a las preguntas de la fiscalía y de la acusación particular. Por la tarde sí respondió, en cambio, a las preguntas que le formuló su abogado, luego de que éste lo conminara a hacerlo.

El Sayed, de 35 años, fue detenido en junio de 2004 en Milán y luego entregado a España.

En una conversación grabada por los micrófonos que la policía italiana había colocado en su departamento, el acusado se había jactado de ser el ideólogo de la masacre del 11- M: "El hilo de Madrid soy yo, este proyecto me ha costado tanto estudio y tanta paciencia...", dijo.

La fiscalía lo acusa de 191 asesinatos y 1.825 asesinatos en grado de tentativa, además de dos abortos consumados, sufridos por dos mujeres embarazadas que resultaron heridas en los atentados, y pide por ello 38.656 años de cárcel para él.

El macrojuicio, por el que pasarán más de 600 testigos y casi 100 peritos, tiene lugar en un pabellón de alta seguridad ubicado en el recinto ferial de la Casa de Campo de la capital española.

Ante el temor de que el propio proceso se convierta en blanco de un ataque terrorista, la sede del tribunal estaba custodiada por unos 300 policías fuertemente armados y apoyados por tanquetas blindadas y un helicóptero que vigilaba el espacio aéreo.

En el proceso son juzgados en total 29 acusados (15 marroquíes, nueve españoles, dos sirios, un egipcio, un argelino y un libanés), para los que la fiscalía hasta 271.000 años de prisión. Ninguno de los condenados, sin embargo, pasará en la cárcel más de 40 años, ya que ésa es la pena máxima en la práctica en España.