Cipolletti es una hoguera. Y no porque el equipo que dirige Domingo Perilli esté en 'llamas' en el Argentino B, donde parece imbatible, sino por la crisis institucional que se desató luego de la grave agresión de la que fue víctima el ya renunciado Luis Boschi.
Esta tarde quizá se produzca un punto de inflexión en el destino del fútbol albinegro. A partir de las 20 comenzará una asamblea (en la sede de la institución) abierta a todo el mundo y que se abre como determinante.
Ya varios dirigentes confesaron que "temen por lo que pueda llegar a ocurrir" en el futuro y son esos lo que analizan dar un paso al costado. Es más, luego de que el jefe de una de las 'barras', David 'Tigre' Ancao', y su ladero de apodo 'Camacho' atacaran a golpes a Boschi, el primer reflejo de casi toda la subcomisión de fútbol fue renunciar.
Rápido, el presidente Julio Arriaga utilizó su poder de persuasión para hacerlos cambiar de opinión; luego, salió a repudiar la agresión y convocó a la asamblea.
De acuerdo a lo que informó la dirigencia, hoy desembarcará en Cipolletti Mario Gallina, presidente del Coprosede, el hombre que junto con Javier Castrilli se encuentra al frente de la batalla contra la violencia en el fútbol del país. Además, también se espera el arribo de Juan Carlos Bonacorsi (Unidad Federalista), el presidente de la comisión de Deportes de la Cámara de Diputados de la Nación, que también integra Arriaga.
"Así no se puede seguir. Hay miedo, los dirigentes estamos desprotegidos", repiten los dirigentes consultados. Hoy lo volverán a repetir, y esperarán lograr un apoyo incondicional.