Miércoles 14 de Febrero de 2007 Edicion impresa pag. 24 > Sociedad
Crónica de un (exitoso) final impensado
De la deserción de Montaner al cierre inolvidable. Por qué el folclore le ganó la pulseada a Charly García.

No tuvieron tiempo ni siquiera para disfrutar del éxito de la cena de gala.

El sábado, a las 10 de la mañana, un celular sonaba y anunciaba que Ricardo Montaner no venía a Roca, a la Fiesta de la Manzana.

Otro celular sonando, otro y otro y a las 11:30 el intendente, Carlos Soria, llegaba al céntrico departamento de su director de Prensa, Julián Goinhex, para resolver un nuevo reemplazo. El quinto, recordando las deserciones de Carla Conte, Miranda!, las Azúcar Moreno y el "Puma" Rodríguez.

En la reunión estaban los productores de Fénix, el grupo que selló un contrato con el municipio y garantizó la presencia de los artistas, además de la construcción del imponente escenario que en estas horas está rumbo a La Rioja.

Decidido que la fiesta seguía un días más, sobre la mesa empezaron a "tirarse" nombres. Mercedes Sosa fue una de las primeras en aparecer. Y después de chequear que su salud le permitía tomar un vuelo chárter hacia el Alto Valle, se avanzó en los detalles finos de su contratación.

Lo que pocos conocen es la lista de figuras que "estuvieron" en Roca por unos instantes y desaparecieron por decisión de los organizadores o dificultades materiales para traerlos.

Uno de los primeros que le propusieron a Soria fue Charly García.

Amigo de la "Negra" Sosa, aparecía como un show de lujo para la clausura. Pero el pasado jugó en su contra. Una serie de presentaciones con final abrupto y pequeñas dosis de violencia (con sus guitarras, con sus colaboradores, etcétera) fueron suficiente. Nadie quería ese final para una Manzana que ya venía con algunos machucones.

Entonces se escuchó otra propuesta internacional: Julio Iglesias. Y otra: Ricardo Arjona. Y una más: Paulina Rubio. Hasta volvieron a hablar a Venezuela sobre el mediodía para confirmar que no existía ninguna chance de que Montaner tomara un vuelo con destino a su país de nacimiento. Muchas gestiones, pero ningún resultado.

Cuentan que en un momento Soria estuvo a punto de perder los estribos y le advirtió a los productores de Fénix que si las respuestas no eran satisfactorias y la fiesta sufría un perjuicio, el escenario principal no se movía nunca más de Roca. "¿Sabés qué lindo para hacer mi campaña electoral?", comentan que afirmó el intendente ante uno de los sorprendidos jóvenes.

Contactos telefónicos con productores fuera de la ciudad, cifras que subían y bajaban, debates en el departamento y dudas que no se iban a pesar de las garantías de la productora precedieron al acuerdo para que la noche del

lunes sea de folclore de primer nivel, con el "Chaqueño" Palavecino en la clausura.

El clima hizo su aporte y ayer nadie dudaba que, a pesar de los matices de cada jornada, el final fue lo mejor de la fiesta.

Después de cantar dos temas con Mercedes Sosa, el artista y sus músicos brindaron un espectáculo impecable, a pesar de una puesta en escena reducida en la habitual cantidad de músicos. En permanente conexión con el público, incluso invitó a cuatro mujeres a bailar al escenario.

Fueron más de dos horas de show, que culminaron para el "Chaqueño" con un costillar en la globa ubicada cerca del centro de actuación.

Mientras los artistas afilaban sus cuchillos, el cielo roquense empezaba a teñirse se múltiples colores.

Diez minutos de fuegos artificiales significaron el epílogo para una historia que terminó como nadie imaginó. Y esa adrenalina del final es la que hizo sentirle al éxito un gusto diferente.

 

HUGO ALONSO

halonso@rionegro.com.ar

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