NEUQUEN (AN) - El gobierno provincial no logra que la cooperativa de Plottier revise sus transformadores para saber si en alguno de ellos existe la peligrosa sustancia PCB en concentraciones mayores a las permitidas por la ley. Hace casi cuatro años que la dirección de Medio Ambiente viene cursando intimaciones pero sin éxito.
La Cooperativa de Servicios Públicos de Plottier está cada vez más cerca de la intervención: le debe más de tres años de facturación a su único proveedor de energía, el EPEN, y por ese motivo no se realizaron en las instalaciones las inversiones necesarias para atender la demanda. Como consecuencia de esta situación, debe realizar cortes de energía -en el alumbrado público, esencialmente- para mantener el sistema en pie.
La municipalidad de la ciudad, que es la responsable del servicio, recién tomó cartas en el asunto la semana pasada, cuando este diario difundió que la cooperativa estaba cortando la luz en las calles.
La ley en vigencia en la provincia de Neuquén establece que todos los poseedores de aparatos transformadores deben realizar los controles pertinentes con procedimientos homologados para determinar si en el interior de los equipos hay aceites refrigerantes con concentraciones de PCB (bifenilos policlorados) por encima de lo permitido por la legislación, que son 50 partes por millón.
En Neuquén hay una distribuidora de luz estatal, el EPEN, y cuatro cooperativas que actúan como comercializadoras (CALF en Neuquén y Senillosa, Copelco en Cutral Co, la mencionada de Plottier y la de Zapala). Pero además hay empresas petroleras y frutícolas que tienen transformadores (en general, de 13.200 a 220 voltios) dentro de sus instalaciones.
Todos ellos debían informarle a la dirección de Medio Ambiente de la provincia, en detalle, la situación de todos sus aparatos.
EPEN, Copelco, CALF y la cooperativa de Zapala ya le remitieron a Medio Ambiente la información requerida, además del plan de gestión de descontaminación y, en el caso de haber llevado adelante esa tarea, los certificados respectivos.
La cooperativa de Plottier recibió la primera nota en 2003. No la respondió. Tres años después fue intimada por Medio Ambiente, con la misma suerte.
El PCB es una sustancia que ya no se usa en los transformadores. La detección de que hasta en muy pequeñas concentraciones es cancerígena llevó a que se prohíba su utilización en casi todo el mundo.
Ahora el gobierno provincial analiza de qué manera se aplican sanciones a la cooperativa. De todos modos la situación de la institución es tan grave que difícilmente se logre una respuesta por esa vía. Hasta hace unos años la descontaminación se realizaba en el exterior y era de alto costo. La estatal neuquina ENSI neutraliza la sustancia con un procedimiento más barato.