QUITO (AP/Télam).- El Congreso aprobó ayer una consulta popular para decidir sobre una asamblea constituyente de plenos poderes impulsada por el gobierno, pero rechazó disolver el cuerpo legislativo, por lo cual el triunfo oficialista fue a medias.
Los legisladores aprobaron el llamado "urgente" a una consulta para que la población se pronuncie sobre una nueva Carta Magna e insertar al país en el "socialismo del siglo XXI". Sin embargo, establecieron el "respeto a la voluntad popular" expresada en las elecciones del año pasado, esto es, mantener el Congreso.
En las afueras del Legislativo se congregaron unos mil manifestantes, la mayoría de ellos indígenas, para presionar a los congresistas para que dieran paso al proyecto que fue el eje de la campaña presidencial de Correa.
El ministro de Gobierno, Gustavo Larrea calificó la decisión como "triunfo de la ciudadanía" y dijo que "la presión popular llevó a que un bloque de parlamentarios o varios bloques parlamentarios comprendan que es una exigencia popular". "Yo no he pactado con la 'partidocracia'... es un acuerdo de convicciones pero pactos 'de toma y daca' nosotros no los aceptamos", señaló.
Rechazó así alguna concesión para obtener los votos del bloque del partido Sociedad Patriótica, del ex presidente Lucio Gutiérrez, que cuenta con 24 de los 100 diputados del Congreso unicameral. La iniciativa, aprobada como "urgente", se resolvió en el pleno del Congreso por 57 votos a favor y uno en contra. Votaron a favor legisladores de izquierda y centroizquierda.
Los restantes congresistas, de derecha y centro, al momento de la votación, abandonaron el hemiciclo. Ellos rechazan la iniciativa y sostienen que la propuesta aprobada es "inconstitucional".
El texto de la resolución aprobada señala que se convoca al referéndum "para que el pueblo se pronuncie sobre la instalación de una asamblea constituyente de plenos poderes para transformar el marco constitucional del Estado y para elaborar una nueva Constitución".
El presidente Rafael Correa asumió el gobierno el 15 de enero, cuando convocó de inmediato a la consulta popular para el 18 de marzo próximo, pero se cree poco probable que sea en esa fecha por el escaso tiempo disponible para llevarla a cabo.
Jimmy Jairala, diputado que votó a favor descartó que la decisión del parlamento haya obedecido a presiones, sino que logró aglutinar voluntades, dijo. Detalló que diputados que antes estaban en la oposición se sumaron a la propuesta "sin que pierda en nada su esencia", agregó.
Federico Pérez, el único legislador opositor que permaneció en el Congreso para votar en contra, afirmó que "venció la irresponsabilidad y la politiquería". "Cómo es posible que bajo presión, porque la gente está fuera, bajo el pretexto de que necesitamos reformas que todos queremos, se viole la Constitución", afirmó y explicó que la figura "asamblea constituyente" no está en la Constitución.
